De un as en la cancha a ocupar el asiento del Juzgado. Arantxa Sánchez Vicario vuelve a estar envuelta en procesos judiciales, esta vez por sociedades opacas que agrandan la deuda que la extenista presentaba con el Banco de Luxemburgo, una demanda por la que podría cumplir, junto con su exmarido Josep Santacana, cuatro años de prisión, según La Vanguardia. Además, el banco pediría a ambos una indemnización de 6.170.942 euros.

La demanda se ha presentado en el Juzgado de Instrucción Nº 4 de Barcelona, por lo que la campeona de Roland Garros y Santacana se tendrán que enfrentar al banquillo y declarar acerca de un supuesto alzamiento de bienes.

La tormenta económica de Vicario con el Banco de Luxemburgo se remonta al año 2009, cuando el Tribunal Supremo confirmó la sentencia de la Audiencia Nacional que le obligó a pagar 5,2 millones de euros por el impago de impuestos durante los años 1989 y 1993. Según la sentencia, la extenista había intentado demostrar que durante esos años vivía en Andorra, argumento que fue tirado por tierra por un juzgado para demostrar que estaba defraudando a la Hacienda española.

En 2018, la misma entidad bancaria comprobó ante las autoridades que Arantxa había vendido sus propiedades en España y Andorra ignorando todos los requerimientos como acreedora de dichas.

Otro revés en los tribunales

En esta nueva documentación presentada por el Banco de Luxemburgo hay una nueva ampliación con respecto a lo presentado anteriormente: las sociedades opacas que Vicario abrió en Florida y Delaware tras su traslado a Miami con Santacana en 2013.

En 2014, el Juzgado de Primera Instancia 2 de Esplugues de Llobregat acordó entrar en la investigación patrimonial de la extenista. Sin embargo, sus cuentas estaban a cero, como cuenta Vanitatis. Aun así, llegó a satisfacer dos pagos de su deuda, por valor de 195.146 euros en marzo de 2018 y de 715.990 en abril del año pasado.

Además, según informó el mismo medio el pasado agosto, la jueza de Miami que llevó el caso de su divorcio con Josep Santacana obligó a la extenista a pasar 371 dólares mensuales a su exmarido pese a tener la custodia compartida de sus dos hijos, Arantxa y Leo Santacana.

Lejos queda ya la imagen de la joven de 14 años que se convirtió en profesional y que, antes de cumplir los 18, alzó su primer Roland Garros en 1989. Volvería a ganar el torneo francés dos veces más, en 1995 y 1996, y entre medias el Open de Estados Unidos en 1994. Pisaría las finales de Wimbledon en 1995 y 1996 y fue número uno en la categoría individual de la WTA en 1995 durante 12 semanas. Sin embargo, el Juzgado lleva siendo su mayor duelo desde hace años.