Pese a la lluvia, Sevilla está echada a la calle para vivir la Semana Santa. Los autóctonos se mezclan con los miles de visitantes que acuden a la ciudad para disfrutar de unos días muy especiales en la capital andaluza. Entre tanta gente, a un observador perspicaz como Carlos Navarro, subdirector de Diario de Sevilla, no se le ha escapado una presencia singular en la cola del Gran Poder. Con un impermeable rojo ahí estaba, ni más ni menos, que Jordi Turull, secretario general de Junts per Catalunya e independentista conspicuo encarcelado e indultado por el procés, para rendir pleitesía al Señor de Sevilla.

"Todos tienen cabida", escribía Navarro en su periódico, "ante la mirada tierna, mansa y misericordiosa del Señor del Gran Poder" y "así se comprobó, otra vez, en la cola de espera para rendirle culto personal en esta mañana desapacible del Jueves Santo, un día tan importante para la ciudad y para la Hermandad del Gran Poder".

En efecto, en la cola formada en la plaza de San Lorenzo para ver la talla creada por Juan de Mesa en el siglo XVII y que previsiblemente saldrá a las calles de Sevilla esta Madrugada en una de las procesiones más seguidas y esperadas por los fieles hispalenses, estaba Turull. Según Navarro, el político secesionista esperó algo más de una hora "respetuosa y discretamente" para ver la imagen más venerada por los sevillanos. Aunque hoy era laborable en Cataluña, Turull se ha tomado unos días para observar esa costumbre tan española de vacacionar en Semana Santa, pero sin renunciar a la piedad propia de estas fechas.