La previsión del tiempo daba una posibilidad de lluvia del 90 por ciento. Y existe, además, la norma escrita de que si llueve en Huelva la nube llegará a Sevilla en menos de una hora. Así que al filo de la pasada medianoche, las seis hermandades que procesionan en la Madrugá sevillana –La Macarena, la Esperanza de Triana, El Silencio, Los Gitanos, El Gran Poder y El Calvario– asumían los pronósticos y anunciaban una a una que no salían. Hacía 13 años que no se cancelaba por la lluvia la noche más emocionante de la Semana Santa en la capital andaluza.

Poco antes de las 23:30, la Esperanza de Triana anunciaba su decisión. En ese momento no llovía, y quedaban dos horas para salir, pero hasta cuatro partes meteorológicos lo desaconsejaban. Tras la decisión trianera llegó la de la Macarena, que tenía que haber comenzado a las doce en punto; El Silencio, con salida a la una; el Gran Poder, a la una y media; Los Gitanos, a las dos y media, y el El Calvario, a las cuatro.

Un 'Armao' de la Hermandad de La Macarena abraza a un nazareno en la Basílica poco después de saber que no podrán hacer la estación de penitencia de la Madrugá del Jueves Santo por la amenaza de lluvia.
Un 'Armao' de la Hermandad de La Macarena abraza a un nazareno en la Basílica poco después de saber que no podrán hacer la estación de penitencia de la Madrugá del Jueves Santo por la amenaza de lluvia.

Una triste bendición

"Tanto hemos pedido que llueva que se ha cumplido", decía José Antonio Fernández Cabrero, hermano mayor de la Macarena. “En esta difícil decisión, la Junta de Gobierno ha priorizado el cuidado del amplísimo cuerpo de nazarenos de la cofradía”, explicaba la hermandad en un comunicado. Difícil y "dolorosa" decisión, decían desde Triana, que se toma por "responsabilidad" con los hermanos que "no merecen ser expuestos innecesariamente a las inclemencias del tiempo" y con "la correcta conservación de nuestros Sagrados Titulares y del extenso patrimonio material de nuestra corporación".

Una decisión dura "pero a la vez fácil, tras consultar cuatro partes meteorológicos distintos”, justificaba Sergio Sopeña, hermano mayor de la hermandad, que pidió huir de las lamentaciones y "acercarnos a lo verdaderamente importante de la Semana Santa", recordando las limitaciones de la pandemia.

Así, miles de personas se han acercado a los templos, que han mantenido abiertas sus puertas durante buena parte de la noche para que los fieles pudieran ver las imágenes en su interior. Este viernes también podrán visitarse a lo largo del día.

Sevilla, informa EFE, no se quedaba sin Madrugá desde el año 2011, aunque la de 2004 fue muy accidentada por la lluvia, y solo la Esperanza de Triana pudo terminar su recorrido. En 1995, las dos esperanzas –Macarena y Triana– se tuvieron que refugiar de la lluvia en la Catedral y estuvieron varios horas juntas bajo el mismo techo.