La reina Letizia ha vuelto a subirse a unos tacones tras dos meses de convalecencia. La Familia Real ha estado este martes en un encuentro con los premiados de ediciones anteriores de los premios Princesa de Girona, organizado en el Hotel Meliá Lloret. Don Felipe y su esposa se han unido a la princesa Leonor y la infanta Sofía, que por la tarde había dado comienzo a los actos de los galardones en el taller de Jaume Plensa.

Al bajar las escaleras del jardín del hotel, la Reina iba cogida del brazo de Felipe VI, atenta al suelo para no tener ningún percance. Sus hijas caminaban justo detrás, pero sin haberse cambiado de estilismo tras el acto que han tenido por la tarde.

Los reyes Felipe y Letizia y sus hijas, Leonor y Sofía, se dirigen al encuentro con los premiados del Princesa de Girona en otros años.
Los reyes Felipe y Letizia y sus hijas, Leonor y Sofía, se dirigen al encuentro con los premiados del Princesa de Girona en otros años. | Glòria Sánchez/Europa Press

El estilismo de rebajas y personalizado de la reina Letizia

Para la ocasión, doña Letizia ha lucido un elegante vestido de las rebajas de Mango que ha modificado a su gusto. Se trata de un diseño midi de color beis pálido que se vendía por 45,99 euros con mangas, pero que la Reina ha llevado de tirantes. Ha completado el estilismo con unas sandalias de tacón, aunque bajo, lo que supone su primera vez luciendo este tipo de zapato desde finales de abril.

Son, desde luego, unas sandalias cómodas. Las firma Hugo Boss, cuestan144 euros en rebajas, y tienen un tacón de solo cinco centímetros y una tira acolchada para evitar molestias. Son, por tanto, un zapato que nada tiene que ver con los taconazos que Letizia acostumbraba a usar en otro momento.

Foto de familia del encuentro con premiados ‘Princesa de Girona’ de ediciones anteriores.
Foto de familia del encuentro con premiados ‘Princesa de Girona’ de ediciones anteriores. | Glòria Sánchez/Europa Press

Según hizo llegar la Casa Real a principios de mayo, la reina Letizia había sufrido un accidente doméstico al darse un golpe con una mesa y se había roto un dedo del pie. Por lo tanto, en todos los actos desde entonces había lucido o zapatillas cómodas o sandalias abiertas de suela plana. Pero más allá de esa dolencia, la mujer de Felipe VI sufre también de neuroma de Morton. Por lo tanto, parece improbable que volvamos a verla con unos tacones tan altos como los que se puso, por ejemplo, en el viaje oficial a Países Bajos.