Con estupefacción han contemplado diversas organizaciones de derechos humanos y disidentes cómo la Asamblea General de Naciones Unidas elegía a Cuba, Rusia y China como nuevos miembros del Consejo de Derechos Humanos.

En total, la Asamblea General de la ONU ha elegido a 15 nuevos miembros. Los otros elegidos son: Bolivia, Costa de Marfil, Francia, Gabón, Malawi, México, Nepal, Pakistán, Senegal, Ucrania, Uzbekistán, y Reino Unido, que entrarán en el Consejo el 1 de enero próximo y formarán parte del organismo tres años.

Human Rights Watch había solicitado a los 192 países con derecho a voto que no respaldaran las candidaturas de estos tres gobiernos por sus violaciones de derechos humanos. Arabia Saudí se quedó fuera en esta ocasión.

La opositora cubana Rosa María Payá había pedido a la comunidad internacional, especialmente a los países europeos y americanos, a votar contra la candidatura de La Habana.  "Les urgimos a votar contra la dictadura cubana para el órgano más importante de derechos humanos", señaló Payá, en un acto virtual organizado por la ONG UN Watch. 

Desde Miami, el director del Centro para una Cuba Libre, John Suárez, decía a Efe que "poner a Cuba en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU es como poner a Jack el Destripador en un comité para acabar con la violencia de las armas blancas en Londres".

El régimen castrista no ha ocultado su satisfacción. El ministro cubano de Exteriores, Bruno Rodríguez, ha subrayado este éxito diplomático, " a pesar de la campaña de desprestigio" que, a su juicio, sufren las autoridades de la isla.

"Electa Cuba al Consejo de Derechos Humanos por 170 votos, el 88% de los miembros de la ONU (...). A pesar de la campaña de desprestigio, los logros de Cuba no pueden ser opacados", ha escrito Bruno Rodríguez en su cuenta de Twitter.

En respuesta a la elección de Cuba para su quinto mandato en el Consejo de Derechos Humanos, 85 organizaciones cubanas e internacionales de derechos humanos y libertad de expresión, en conjunto con medios independientes de comunicación, emitieron una declaración para condenar la decisión del órgano de la ONU.

"Nos preocupa profundamente la decisión de otorgarle a Cuba una nueva oportunidad para ocupar un puesto en el Consejo de Derechos Humanos. Esto no sólo recompensa el pobre historial de Cuba en materia de derechos humanos, sino que también socava la integridad del Consejo para responsabilizar a los gobiernos abusivos por sus acciones en la región y en todo el mundo", señala el texto. 

"Las naciones que tienen el honor de integrar el Consejo deben comprometerse con el derecho internacional de los derechos humanos. Los miembros del Consejo deben asegurarse de que Cuba no eluda la responsabilidad de su propia conducta ni utilice su asiento para debilitar estas normas internacionales”, añaden los firmantes.

El director de Human Rights Watch para Naciones Unidas, Louis Charbonneau, ha dicho, según refleja Infobae, que esta elección "no evitará que el consejo arroje luz sobre los abusos y defienda a las víctimas". Según Charbonneau, estarán más en el centro de atención.