The third time is a charm o a la tercera va la vencida. Joe Biden ha logrado, al fin, alcanzar la Casa Blanca. Antes de derrotar a Trump, el candidato demócrata había formado parte de la carrera presidencial en dos ocasiones, en 1988 y en 2008, cuando finalmente se sumó a la candidatura de Barack Obama como vicepresidente. La experiencia en la política, la razón contra el impulso, el hombre que ha renacido de la tragedia personal en distintas ocasiones y cuyo sueño de adolescente era convertirse en el presidente de los Estados Unidos busca oponerse al hombre de negocios que alcanzó la presidencia en 2016 describiéndose como todo lo contrario a la clase política de Washington.

Nacido en Pensilvania en 1942, Joe Biden es el mayor de cuatro hijos. La familia se mudó a Delaware cuando Biden tenía diez años y desde ese estado vivirá este 3 de noviembre la que puede ser la noche más importante de su vida. El candidato demócrata ha elegido el lugar al que llama “casa” para seguir la noche electoral. A ese mismo estado estuvo vinculado durante gran parte de su carrera política y también es donde estudió Historia y Ciencias Políticas, en la universidad pública de Delaware, a la sombra de la Ivy League, las universidades privadas de la costa este del país.

Joe-biden-joven
Joe Biden durante su época de estudiante en la Universidad de Delaware. Fuente: Joebiden.com

Vida familiar y la tragedia

Biden se mudó a Nueva York para graduarse en Derecho por la Universidad de Siracusa. Se casó y tuvo tres hijos. Con sólo 29 años, en 1972, se convirtió en uno de los senadores más jóvenes de la cámara alta de Estados Unidos. Semanas después, la tragedia apareció en la vida del joven senador por Delaware. Su primera mujer y su hija fallecieron en un accidente de tráfico en el que resultaron heridos sus hijos Hunter y Beau.

Joe juró el cargo ante el Senado de Estados Unidos al lado de las camas de hospital de sus hijos"

Según cuenta su biógrafo, Evan Osnos, fue la hermana de Biden la que le empujó a ocupar su asiento en el Senado, a la vez que criaba a sus dos hijos varones. De hecho, el ahora candidato a la presidencia no se olvida de su hermana Valerie en su biografía oficial publicada en su página web: “Joe juró el cargo ante el Senado de Estados Unidos al lado de las camas de hospital de sus hijos, y comenzó trasladándose de Wilmington a Washington cada día, primero en coche, luego en tren, para meter a sus hijos en la cama por la noche y verles levantarse por la mañana. Continuó haciendo esto durante su tiempo en el Senado. Durante cinco años, Joe crió a Beau y Hunter como padre soltero, con la ayuda de su hermana Valerie y su familia”, recoge

Beau Biden (fallecido en 2015) junto a Jill Biden, la esposa de Joe Biden. Fuente: Joebiden.com

En 1977 se casó de nuevo con su actual mujer, Jill, con quien volvió a ser padre tras el nacimiento de Ashley Blazer. Jill Biden, profesora de inglés, primero en un instituto y luego de un community college en Virginia al obtener el doctorado, ha sido uno de los pilares del Joe Biden que lucha de nuevo por alcanzar la cumbre de la política estadounidense. Jill también fue la fortaleza de Biden cuando la tragedia asomó de nuevo en su vida. Su hijo Beau falleció en 2015 víctima de un cáncer cerebral con sólo 45 años y una prometedora carrera política siguiendo los pasos de su padre. 

Ideales políticos

Los dramas familiares han acercado a Biden a la ciudadanía, mostrándole como un hombre vulnerable y cercano. Él mismo ha revelado que fue su hijo Beau quien le animó a volver a presentarse en estas elecciones. Además, la enfermedad de su hijo y dos aneurismas cerebrales que sufrió en los 80, tras retirarse de la carrera presidencial, han hecho de la sanidad uno de los estandartes de la política que propone Biden. Ha repetido durante toda la campaña que él estaba junto al presidente Obama cuando se aprobó la reforma sanitaria conocida como ObamaCare. En su programa incluye que nadie pagará más de un 8,5% de sus ingresos por su seguro de salud si los estadounidenses le eligen como presidente.

joe-biden-barack-obama
Joe Biden y Barack Obama en un mítin. Fuente: Joebiden.com

El demócrata se expresó a favor de los matrimonios homosexuales incluso antes de que lo hiciese Barack Obama. También se reivindica como pionero de la lucha contra el cambio climático. A finales de los 80 introdujo en el Congreso estadounidense un proyecto de ley para proteger al medioambiente. Si se convierte en presidente tras este martes electoral, ha prometido inversiones millonarias en energías renovables. Durante su carrera senatorial, Biden también introdujo modificaciones legislativas para limitar el uso de las armas en Estados Unidos.

Como vicepresidente entre 2008 y 2016, Biden tuvo un papel importante en la política exterior de Estados Unidos. De hecho, era él quien hacía visitas oficiales a algunos países cuando la agenda de Obama estaba ocupada. Un ejemplo es la visita de Biden a España en mayo de 2010, un año después de que el presidente Obama se reuniera con el entonces presidente José Luis Rodríguez Zapatero

Biden fue miembro de la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado y si gana las elecciones se espera que redirija el papel internacional de EEUU: “Se convertiría en una política coordinada con nuestros aliados. Y eso cambia la naturaleza básica de la confrontación, porque ya sería China ante el conjunto de potencias occidentales”, explica Osnos en una entrevista en eldiario.es

joe-bide-rodríguez-zapatero
Joe Biden junto al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero en una visita oficial en 2010. Fuente: archivo de la administración Obama.

Polémica 

El hombre familiar y con experiencia política que ayudó a Obama a captar el voto de la clase obrera también tiene borrones en su expediente. El primero tiene nombre de mujer y en plena era del Me Too, el candidato demócrata quiso enmendar sus pecados justo antes de anunciar su candidatura como presidente de los Estados Unidos. 

En 1991, Biden dirigió una audiencia en un caso de presunto acoso sexual de un juez (Clarence Thomas) a una abogada afroamericana (Anita Hill). Con un panel formado únicamente por hombres blancos, Hill tuvo que enfrentarse a preguntas sobre si le parecía adecuado acusar a Thomas años después o si ella misma se sentía una mártir. En esa audiencia solo se admitieron testigos que defendían a Thomas, pero ninguna mujer pudo hablar en favor de Hill. Ese interrogatorio se ha convertido en un ejemplo de machismo institucional y culpabilización de la víctima, tal como relata este artículo de El País. 28 años después de lo ocurrido, Biden llamó a Hill para disculparse.

No es el único resbalón de Biden en su relación con las mujeres. El candidato ha recibido acusaciones de compañeras por hacerles sentir incómodas en el trato personal. Sin embargo, este es un asunto en el que discrepan distintas generaciones de mujeres políticas. Lo que antes se podía considerar un gesto de cariño o afecto, ahora, puede tratarse de un contacto físico innecesario.

La elección de Kamala Harris como candidata a la vicepresidencia también se ha entendido como un guiño al movimiento feminista por parte de Biden. Harris fue una de las oponentes más críticas contra el senador de Delaware y sin embargo, se ha ganado un lugar en la papeleta demócrata de este martes. Harris también representa al voto afroamericano, clave en las victorias de Obama y muy bajo en las elecciones de 2016. Ambos buscan impulsar el voto negro para Biden en pleno resurgimiento de los movimientos raciales y del Black Lives Matter.

Contra Trump

Biden fue condecorado con el máximo honor civil de Estados Unidos bajo la presidencia de Obama. Además, su colega en el despacho oval aseguró que el oponente de Trump había sido “el mejor vicepresidente de la historia de Estados Unidos”. Ahora, Biden se ha convertido en el presidente de Estados Unidos de mayor edad, con 78 años cuando jure el cargo en enero de 2021.

La experiencia política y el conocimiento de las instituciones juegan a favor de Biden. Tras cuatro años de presidencia a golpe de tuit, de desoír a los expertos y de señalar a sus enemigos, el demócrata propone unir de nuevo al país, escuchar a la ciencia y buscar aliados para cerrar las fracturas de la sociedad estadounidense.