La guerra de Putin en Ucrania continúa destruyendo el país y sumando víctimas civiles. Rusia ha detenido este domingo a más de 3.500 personas en decenas de manifestaciones contra la guerra en Ucrania, según el ministerio del Interior del país, después de que el líder opositor ruso encarcelado, Alexei Navalni, haya llamado a la población a que “ignore las prohibiciones” y salga a las calles para exigir el fin de la invasión.

Por su parte, las tropas de Vladímir Putin intensificaban sus ataques contra la población civil en Ucrania. En Irpin, a las puertas de Kiev, las fuerzas rusas han bombardeado la carretera por la que son evacuadas decenas de personas a pie en dirección a la capital ucrania, y atacado con proyectiles el Instituto de Física y Tecnología en la ciudad de Járkov. Según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) este segundo intento de evacuar a los civiles de la ciudad ha fracasado por la ausencia de un acuerdo "detallado y funcional" entre las partes del conflicto: las fuerzas ucranianas que defienden la ciudad y las milicias de la autoproclamada república de Donetsk, afines a Rusia.

El presidente de Rusia ha expresado a su vez este domingo a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, su disposición a negociar con las autoridades de Kiev una solución a la guerra en Ucrania desatada por la invasión rusa con toda la ayuda que las autoridades turcas puedan ofrecer a este respecto. Putin ha asegurado que la «operación militar en Ucrania está avanzando según lo previsto» y que solo parará si Ucrania se rinde y deja de luchar. Así, el mandatario le ha dicho a Erdogan que Rusia está dispuesta a negociar con Ucrania, pero que no parará hasta que se satisfagan las peticiones rusas. El presidente ruso, según informa el Kremlin, espera que la mesa de negociación sea fructífera y se «aproxime a la realidad».

Mientras tanto, Naciones Unidas ha elevado el balance de refugiados hasta 1,5 millones de personas, el éxodo de más rápido crecimiento en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, aunque admite que cree que las cifras reales son "considerablemente más altas, en particular en el territorio controlado por el gobierno".

En este sentido, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha afirmado que el Ejército de Rusia "se prepara para bombardear Odesa" y ha advertido de que "sería un crimen de guerra" y "un crimen histórico": "Se preparan para bombardear Odesa. Los rusos siempre han venido a Odesa. Siempre han sentido calor en Odesa, sólo sinceridad. ¿Ahora qué? ¿Artillería contra Odesa? ¿Misiles contra Odesa?", se ha preguntado Zelenski.

Ucrania pide más sanciones contra Rusia

El ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, ha reclamado este domingo que se impongan nuevas sanciones contra Rusia por su invasión del país, iniciada el 24 de febrero por orden del presidente ruso, Vladimir Putin.

"He dicho muy claramente a todos que estamos agradecidos por las sanciones aplicadas, que no tienen precedentes y han causado ya un daño sin precedentes (a Rusia)", ha dicho, antes de señalar que "la guerra continúa y ello significa que estas sanciones son medidas parciales".

Así, Kuleba ha manifestado que "la presión de las sanciones debe ser extendida" y ha abogado por imponer nuevas medidas punitivas en los próximos días", dado que si se mantiene el nivel actual "habrá una situación trágica con medidas a medio camino mientras los ucranianos siguen sufriendo y muriendo": "Esto es algo inmoral que no va en beneficio de los intereses de Europa", ha recalcado el ministro, quien ha exigido "sanciones dolorosas en los próximos días" contra Moscú, tal y como ha recogido la agencia ucraniana de noticias UNIAN.

En este sentido, ha reseñado que la sangre de los ucranianos no sólo está en las manos de Rusia, sino también de aquellos que se niegan a aumentar la presión contra Moscú. "Trabajamos para hacer que las consecuencias de estas sanciones sean aún más infernales de lo que son ahora", ha especificado.