La voladura de parte del puente de Crimea que cruza el estrecho de Kerch ha provocado un shock en la opinión pública rusa. Ucrania no ha reivindicado la acción, pero sí la ha celebrado, aunque el puente no ha quedado inutilizado del todo. La explosión, que se produjo a las 7 de la mañana de este sábado -hora local-, destruyó una de las plataformas para vehículos, hundiéndola en el mar. La otra no resultó gravemente dañada. La onda expansiva también hizo que ardieran durante horas siete tanques cisterna de un tren que circulaba por la infraestructura. Contrario a lo que parecía en un primer momento, el daño a las vías no fue definitivo y el Kremlin anunció que los trenes podrían seguir circulando desde esta noche.

Ucrania ha señalado en otras ocasiones al puente de Crimea como un objetivo potencial. Y el movimiento tiene lógica militar en este momento. Con el ejército ruso sufriendo derrotas en Lugansk y en Jersón, un tercer frente hacia Melitopol partiría en dos toda la operativa del Kremlin. La única forma de trasladarse entre los territorios ocupados de Ucrania sería, en ese caso, Crimea. Y dejar fuera de juego el puente habría sido un golpe logístico de primer nivel.

Aunque no lo haya conseguido totalmente, sí ha conseguido instaurar en Rusia una certeza: Crimea no es intocable. Pese a que la propaganda rusa haya circulado durante meses que el puente era inaccesible para Ucrania, la realidad ha demostrado que no lo es. Y los halcones, quienes exigen a Vladimir Putin una implicación más firme en Ucrania, la movilización total y la declaración oficial de guerra, no han tardado en aprovechar la circunstancia.

"El 24 de febrero estaban asustados de asomar la nariz a la calle. Ahora se fotografían en Kiev con un póster de fondo con el puente de Crimea en llamas", clamaba el sábado en su canal de Telegram Vladimir Solovyov. Se trata de uno de los presentadores estrella del canal público Rusia 1, donde organiza debates en los que airea a diario sus polémicas posturas.

Solovyov es una de las voces mediáticas más poderosas, con capacidad incluso para exigir al Kremlin más dureza desde su propia televisión. "Hemos entregado la iniciativa y ahora sólo respondemos a sus ataques y sus amenazas", protestaba este sábado, reflejando el golpe moral que han supuesto en Rusia las continuadas derrotas y golpes del último mes.

Para revertir la situación, Solovyov exige "no seguir el escenario del enemigo sino romper sus planes, llevar a cabo ataques inesperados en lugares que no se esperan". En concreto: "Ucrania debe ser hundida en la oscuridad. Puentes, presas, vías, plantas eléctricas y otras infraestructuras deben ser destruidas por todo el país. No debe quedar ni un edificio administrativo ni en Kiev ni en Lviv". No es el único que ha reclamado respuestas en el oeste de Ucrania, en las fronteras con Polonia y el resto de la Unión Europea.

El reportero Alexander Kots, popular por sus coberturas en el Donbás, también reclamaba "desconectar a Ucrania de Occidente". "Kiev nos ha enseñado hoy cómo se hace", abundaba, y apuntaba directamente contra Zelenski y el resto de líder políticos ucranianos: "Probablemente es necesario golpear no sólo a los centros de decisión, sino a la gente que toma las decisiones".

Otro de los canales más destacados del entorno militar ruso apuntaba en la misma línea y pedía usar "armas de precisión" contra la oficina presidencial de Volodimir Zelenski, contra el Estado Mayor y las sedes de Defensa e Inteligencia ucranianas en Kiev.

Ese mismo canal aseguraba que el ataque contra el puente de Crimea "crea un pretexto legítimo para el uso de armas nucleares contra el régimen de Kiev" y reclamaba como "respuesta más efectiva" el lanzamiento de 5.000 bombas aéreas contra la agrupación de tropas ucranianas cerca de Jersón.

Putin nombra a un comandante único

Mientras tanto, el sábado estuvo marcado por el nombramiento de Sergey Surovikin como comandante único de las tropas rusas en Ucrania. Hasta ahora a cargo del frente sur, Surovikin ya había sido criticado por las derrotas en Jersón, aunque su actuación no había sido valorada tan dramáticamente como la del coronel general Lapin en Lugansk tras la pérdida de Limán.

Surovikin fue aupado como héroe por el Kremlin por su actuación en Siria, donde también lideró a los destacamentos rusos en 2017. Pese a tener experiencia en los distritos militares del centro y el este de Rusia, en los últimos años había estado al frente de las Fuerzas Aeroespaciales del ejército.