Más de 20.000 manifestantes ecologistas se han concentrado este sábado en la localidad de Sainte-Soline, en el centro-oeste de Francia, para protestar contra la construcción de embalses agrícolas. La Gendarmería ha denunciado que al menos 1.000 de estas personas han acudido a la marcha perfectamente preparados para enfrentarse con violencia a la Policía, armados con pirotecnia, hachas y otros objetos contundentes que han utilizado para quemar varios vehículos de las fuerzas policiales, en una protesta al margen de las multitudinarias contra la reforma de las pensiones de los últimos días.

Durante la manifestación se han producido graves enfrentamientos que han propiciado la detención de al menos 11 personas. Cinco manifestantes han resultado heridos, uno de ellos de gravedad por un impacto en un ojo, según informa la prensa local.

Las imágenes viralizadas en redes sociales respaldan las acusaciones de la Gendarmería, que subraya que los manifestantes han utilizado explosivos pirotécnicos, bolas de hierro, cócteles molotov y hachas para enfrentarse con los agentes, que se han visto desbordados en ocasiones.

"Al menos mil" de estos activistas, denuncia la Policía, estaban "preparados para luchar". Previamente, la Prefectura regional había advertido de que "al menos 1.000 miembros de grupos violentos fuertemente equipados, totalmente vestidos en negro están listos para dar batalla a las fuerzas policiales".

La Policía ha usado gas lacrimógeno y cañones de agua para intentar dispersar la concentración, que ha devenido en violencia. Una situación que se acumula con la gran tensión vivida en todo el país en las últimas semanas por las huelgas y protestas contra la reforma de las pensiones que impulsa Emmanuel Macron, y que sube la edad de jubilación de 62 a 64 años en el país.