Horas críticas en el Atlántico Norte. La maldición del Titanic, el lujoso transatlántico que se hundió en 1912 en su viaje inaugural, pervive más de un siglo después de aquella catástrofe. El sumergible Titan, de la empresa OceanGate Expedition, perdió el contacto con tierra el domingo, una hora y 45 minutos después de su inmersión. Estaba a 435 millas al sur de St John's, Terranova, en la costa este de EEUU. Son las últimas horas en las que los cinco ocupantes del Titan aún tienen oxígeno. Para rescatarlos, se ha extendido el área de búsqueda y se han ampliado los medios en un despliegue internacional sin precedentes. El capitán Jamie Frederick, coordinador de la Guardia Costera de EEUU, ha dicho que el número de barcos se duplicará en 24 horas y a los dos robots que ya están operativos se sumarán otros cinco.

Participa en este despliegue el robot submarino Victor 6000, que puede sumergirse hasta los 6.000 metros de profundidad. Puede ser clave para llegar hasta el sumergible Titan. Los restos del Titanic, que iban a ver los cinco ocupantes del minisubmarino, están a 3.800 metros de profundidad.

Sobre los "ruidos submarinos" de alerta detectados por aviones canadienses que colaboran con la guardia costera estadounidense en la búsqueda, el capitán Frederick ha dicho que se están estudiando las grabaciones, pero que aún no saben a qué corresponde. Este miércoles se han escuchado más ruidos, después de los primeros detectados por aviones canadienses, pero "el océano es un lugar ruidoso", ha añadido el capitán.

Tenemos que mantenernos optimistas y esperanzados cuando estamos en un caso de búsqueda y rescate"

capitán jamie frederick, guardia costera de EEUU

"Tenemos que mantenernos optimistas y esperanzados cuando estamos en un caso de búsqueda y rescate", ha respondido en relación a las posibilidades de encontrar con vida a los cinco ocupantes del sumergible. Ha añadido el capitán que están en contacto con las familias. "Estamos en medio de un caso de búsqueda y rescate... Hay muchos factores que tienes que considerar. Después de considerar todos esos factores, a veces te encuentras en una posición en la que tienes que tomar una decisión difícil. Aún no hemos llegado a ese punto", en referencia velada a cuánto tiempo mantendrán la búsqueda. Participan en el operativo la fuerza costera canadiense y un dispositivo francés, de donde procede uno de los expedicionarios, apodado Monsieur Titanic.

Perfil oceánico de la zona
Perfil oceánico de la zona

A primera hora despertó cierta esperanza la noticia de que se habían detectado sonidos pero sigue sin conocerse el origen. "Un avión canadiense P-3 detectó ruidos submarinos en la zona de búsqueda. Como resultado, las operaciones ROV fueron reubicadas en un intento de explorar el origen de los ruidos. Esas búsquedas ROV han dado resultados negativos, pero continúan", ha indicado la Guardia Costera en un tuit. "Además, los datos de la aeronave P-3 han sido compartidos con nuestros expertos de la Marina de EEUU para un análisis más profundo que será considerado en futuros planes de búsqueda".

Anteriormente, un memorando interno del gobierno de EE.UU. dijo que las tripulaciones que buscaban el sumergible escucharon golpes a intervalos de 30 minutos, y un avión canadiense P3 también localizó un objeto rectangular blanco en el agua. No está claro si es el mismo suceso.

Operativo de búsqueda

La Guardia Costera y la Armada de EEUU junto con la Guardia Costera de Canadá y la empresa que opera el sumergible, OceanGate, han creado un mando unificado para hacer más efectivos los esfuerzos técnicos y humanos para localizar a Titan con sus ocupantes. El primer objetivo es localizar el sumergible y luego intentar el rescate.

Operativo rescate sumergible Titán
Dispositivo de búsqueda

El buque de investigación de las Bahamas, Deep Energy, llegó a la zona donde se perdió el contacto y comenzó las operaciones de vehículos operados a distancia (ROV). Enseguida se sumaron una tripulación C-130 de la Guardia Nacional Aérea 106 de EEUU. Desde ese momento se han sumado ocho embarcaciones más, tres de ellas con ROV.

EEUU cuenta también con un avión P-8 Poseidón canadiense también se está dedicando a la búsqueda. El P-8 es un caza submarinos, diseñado para buscar bajo el agua los submarinos enemigos, según informa la CNN. Además las fuerza aérea canadiense también ha enviado aviones, entre ellos el que ha localizado el sonido submarino. El problema que abordan los aviones diseñados para localizar sumergibles es que el Titán es más pequeño que los submarinos, con apenas siete metros de eslora.

"Tenemos que asegurarnos de que buscamos tanto en la superficie -con buques aéreos y de superficie- como bajo el agua", dijo el lunes en rueda de prensa el contralmirante John Mauger, comandante del Primer Distrito de Guardacostas. Mauger confirmó que el sumergible fue diseñado con una "capacidad de mantenimiento de 96 horas en caso de emergencia a bordo".

La búsqueda comenzó con boyas de sonar que intentan captar sonidos procedentes del sumergible. Y se ha implicado al Polar Prince, un buque de investigación canadiense, que llevo al Titan hasta el lugar donde se encuentran los restos del Titanic, a 12.500 pies (3.800 metros). Horizon Maritim, la empresa propietaria del Polar Prince, ha dicho en un comunicado de prensa que están haciendo todos los esfuerzos posibles por "llevar a la gente a casa".

"Es un planeta totalmente diferente. Pasar del mundo del sol con el que estamos familiarizados a lo que llamamos la zona crepuscular, cuando ese precioso color azul se convierte en azul profundo, azul oscuro, y luego durante dos horas estamos en la más absoluta oscuridad", ha dicho a la CNN el explorador de aguas profundas David Gallo. "La presión aumenta lentamente y el calor del sol se desvanece y el frío de las profundidades oceánicas empieza a infiltrarse en el submarino".

Infografía del submarino Ocean Gate Titan y los 5 tripulantes a bordo.
Infografía del submarino Ocean Gate Titan y los 5 tripulantes a bordo.

En el Titan viajan el millonario británico Hamis Harding, de 58 años, dueño de la compañía de aviación privada Action Aviation; el empresario paquistaní Shahzada Dawood, vicepresidente de Engro Corporation Limited, y su hijo Suleman; y dos exploradores, el francés Paul-Henry Nargeolet, de 77 años; y Stockton Rush, responsable de OceanGates. Harding y los Dawood son ciudadanos británicos y el Foreign Office está en contacto con sus familias.

El precio del pasaje asciende a 250.000 dólares (unos 225.000 euros). Hay que tener más de 18 años y no hace falta saber bucear previamente porque está incluida la instrucción. Es un desplazamiento incómodo, ya que no hay asientos. La experiencia comprende dos horas de bajada, varias en torno al Titanic, y dos de subida. La experiencia completa dura entre ocho y diez días.

La nave pesa 10.432 kilogramos y es capaz de sumergirse hasta los 4.000 metros de profundidad, según OceanGate. El espacio es escaso para los cinco ocupantes y llevan provisiones limitadas. Emplea cuatro propulsores eléctricos para desplazarse y tiene una serie de cámaras, luces y escáneres para explorar el entorno. El mecanismo para subir y bajar se activa fácilmente, según Stockton Rush, que lo comparaba con un ascensor. Rush defendía que el Titan era seguro.

Sin embargo, David Pogue, periodista de la CBS que intentó realizar esta expedición pero se abortó por problemas de funcionamiento, ha explicado que tuvo que firmar un documento para exonerar a la compañía de cualquier problema en el que quedaba claro que era un artefacto "experimental".

Mike Reiss, un escritor británico que hizo el viaje en el sumergible el año pasado, decía a la BBC que no era optimista. "Conozco la logística, y sé lo enorme que es el océano y lo minúscula que es la nave. Si está abajo del todo, no habrá manera de acceder y mucho menos llevarla arriba. Habrá posibilidades si están cerca de la superficie". Osin Faining, que estuvo en el Titan, asegura que los expedicionarios reciben adiestramiento para aprovechar el oxígeno al máximo en caso de emergencia.

Cada hora que pasa la situación es más angustiosa, pero siempre hay esperanza de que suceda algo extraordinario.