"Es bastante impresionante. Quince días después de la invasión rusa de Ucrania, que tuvo lugar el 24 de febrero de 2022, la OTAN fue capaz de movilizar 40.000 soldados, 300 aviones y un centenar de barcos. Nadie puede hacer lo mismo en el mundo. Con el nuevo modelo de fuerzas, podremos movilizar 300.000 efectivos, un millar de aviones y 300 barcos". Los datos, a los que se refirió Javier Colomina, vicesecretario general adjunto de política exterior y de seguridad de la OTAN en la conferencia De Madrid a Vilna: la guerra en Ucrania y el futuro de la OTAN, organizada por el Real Instituto Elcano, ilustran claramente cómo la Alianza tiene como objetivo mejorar su capacidad disuasoria con estas fuerzas de despliegue rápido.

En la cumbre de Madrid se pusieron las bases de esta nueva fuerza, que está implementándose, una tarea siempre costosa. Estos efectivos no estarán desplegados, sino en sus bases regionales, dispuestos a entrar en acción. En concreto, unos 100.000 efectivos tendrían que estar listos en diez días, 200.000 entre 10 y 30 días y hasta medio millón en un máximo de 180 días. El primer país que anunció su participación fue Alemania, con 15.000 soldados, incluida una división armada con dos brigadas, 65 aviones de combate y transporte y 20 barcos.

"Ser más rápido que los rusos para llegar a un lugar crítico es la única medida que importa para una disuasión eficaz", ha dicho el teniente general retirado del Ejército de EEUU Ben Hodges, ex comandante del Ejército estadounidense en Europa, en declaraciones a The Washington Post. Es un proceso que está en marcha.

Desde la invasión rusa, la OTAN ha reforzado su flanco oriental en parte estableciendo grupos de combate en otros cuatro países: Bulgaria, Hungría, Rumanía y Eslovaquia. Ahora hay unos 10.000 soldados repartidos en ocho grupos de combate, frente a los 5.000 que había en cuatro grupos en 2021, según información de la propia Alianza Atlántica.

EEUU ha reforzado su presencia en Europa con 20.000 efectivos más, la mitad de ellos en Polonia, único país donde hay un despliegue fijo de estadounidenses. En España el número de destructores de la base de Rota aumentó de cuatro a seis.

La OTAN está preparada para defender cada centímetro de territorio aliado"

oana lungescu, portavoz de la otan

Como prueba del músculo de la OTAN, acaban de realizarse los mayores ejercicios militares aéreos en cielo aliado, en concreto en Alemania. Han participado veinticinco países, 250 aviones y 10.000 efectivos. Las maniobras, llamadas Air Defender 23, han terminado el viernes 23 de junio. "La OTAN envía con estos ejercicios un mensaje claro: está preparada para defender cada centímetro de territorio aliado", dijo la portavoz de la OTAN, Oana Lungescu. El destinatario es el líder ruso, Vladimir Putin, que pasará a la historia como el dirigente que más ha hecho por revitalizar esta organización.

Cumbre de Vilna

En la próxima cumbre de Vilna, el 12 de julio, se seguirá avanzando. Será entonces cuando se debata sobre la nuevas estructura de fuerzas, incluyendo qué tropas se asignarían para proteger qué países y qué nivel de preparación tendrían. Los militares aliados señalan que es necesario saber qué unidades son, ejercitarse con ellas y ver cómo interactúan.

Los jefes de Estado y de gobierno tendrán que aprobar miles de páginas con planes militares que por primera vez detallarán cómo ser respondería a un plan de ataque ruso. Según el presidente del Comité Militar de la OTAN, el almirante Rob Bauer, será "histórico", ya que por primera vez desde el fin de la Guerra Fría la OTAN tendrá "objetivos de capacidad basados en amenazas que ofrecer a las naciones". Y, como simboliza la bandera de la Alianza Atlántica, las 31 naciones seguirán la misma brújula.

Esos planes se refieren al concepto para la disuasión y la defensa del área euroatlántica, teniendo en cuenta dos amenazas, identificadas en el concepto estratégico 2022: Rusia y los grupos terroristas; los planes regionales, referidos a la defensa de una zona geográfica concreta, que combinan los planes de defensa nacionales con los colectivos de la OTAN; los planes funcionales o cómo se gestionan los activos en todo el teatro de operaciones; los números y tipos de equipos y organizaciones implicados; y el modelo de fuerza, es decir, de despliegue rápido: más tropas con más grado de preparación.

Imprescindible el 2%

En Vilna ha de quedar claro que para lograr que la OTAN esté a la altura de los actuales desafíos los 31 aliados (con la entrada de Finlandia y aún pendiente el ingreso de Suecia) han de dedicar al menos un 2% del PIB a gastos de defensa.

En España apenas se superó el 1% en 2022. Solo Luxemburgo e Islandia gastan menos en defensa que España. El plan es alcanzar el 2% entre 2028 y 2030. Solo siete países, encabezados por EEUU y el Reino Unido, cumplen hasta ahora con este objetivo.

Alemania ha dado un giro a su política de defensa a raíz de la guerra en Ucrania: en 2024 ya superará el 2%, como ha confirmado el canciller federal, Olaf Scholz, en un discurso en el Bundestag. Apenas tres días después de la invasión rusa del 24 de febrero de 2022, el canciller Scholz anunció en su discurso sobre la Zeitenwende que se iba a crear un fondo especial de 100.000 millones de euros para modernizar la Budeswehr (Fuerzas Armadas).

Cambio de paradigma

La invasión rusa en Ucrania ha cambiado el paradigma. La OTAN, que no participa en esta guerra aunque muchos de los aliados están prestando ayuda a Kiev, ha aprendido lecciones muy importantes. La principal es la importancia de mantener la unidad, y que esa cohesión tenga respaldo social.

Y, de forma operativa, cómo hay que cambiar de ejércitos preparados para intervenir en el exterior a ejércitos listos para defender el territorio y hacerlo rápidamente. El ataque de Rusia a un país aliado no es inconcebible. Países como Polonia o los Bálticos ya habían advertido de que Rusia iba a saltarse las líneas rojas.

Hemos visto que la defensa de los aliados puede ser necesaria. Cuando la amenaza es de invasión, el ejército es grande, ha de estar preparado para defender las fronteras"

coronel josé luis calvo

"Ha cambiado el modelo de defensa. Teníamos fuerzas ligeras, muy proyectables, pensadas para las operaciones de paz en el exterior. Ahora hemos visto que la defensa de los aliados puede ser necesario. De momento no hemos sido atacados pero podría pasar. Cuando la amenaza es de invasión, el ejército es grande, ha de estar preparado para defender las fronteras. Esto exige un cambio humano e industrial", dijo el coronel José Luis Calvo, director jefe de la División de Coordinación y Estudios de Seguridad y Defensa en el XXXV Seminario Internacional de Seguridad y Defensa, organizado por la Asociación de Periodistas Europeos.

El coronel Calvo se refería también a cómo los consumos de munición en Ucrania revelan la necesidad de que la industria se adapte a las nuevas necesidades. "Estos cambios son necesarios y tendrán que llevarse a cabo en la próxima década", reafirmó.

El compromiso con Ucrania ha reforzado a la OTAN, pero impone nuevas exigencias a la vez que ha dejado clara la dependencia europea de Estados Unidos en el plano militar. "La OTAN ha demostrado su utilidad y la UE debería trabajar en la inversión y en los proyectos industriales", añade el coronel. Sin embargo, las capacidades militares son muy limitadas, ahora la fuerza de despliegue rápido europea sería de unos 5.000 soldados, y se impone la competencia nacional en la industria.

En Vilna también se intentará que Suecia ingrese en la OTAN. Turquía veta la entrada y cada vez impone más exigencias, pero hay un firme compromiso a que sea el 32º aliado. Es otro de los logros de Putin: Finlandia y Suecia quieren estar bajo el paraguas de la Alianza Atlántica para lograr más garantías de seguridad.

Es lo que busca Ucrania, pero no podrá conseguir mientras haya guerra. El ingreso de Ucrania supondría que la OTAN entra en guerra contra Rusia, ya que se invocaría el artículo 5 que establece los términos de la defensa colectiva. Lo que sí se creará en Vilna probablemente será el Consejo Ucrania-OTAN, un paso más para reforzar los lazos entre los aliados y el gobierno de Kiev. La mayoría cree que hay que ofrecer garantías de seguridad al país agredido por Rusia.

Curiosamente sigue existiendo el Consejo Rusia-OTAN, aunque no se reúne desde el 12 de enero de 2022. Es una vieja reminiscencia de un tiempo en el que se buscaban canales para el entendimiento con Moscú. Qué lejos queda esa época.