Ecuador se ha convertido en pocos años en uno de los países más violentos de Latinoamérica. Hay ataques con bombas, decapitaciones, secuestros, ahorcamientos en puentes: 4.500 asesinatos en 2022. Entre enero y junio de 2023 han aumentado un 58%. En Quito, en plena tarde del miércoles, el candidato a la Presidencia Fernando Villavicencio ha sido ejecutado con tres balas en la cabeza. De nada le sirvió la escolta. El mensaje es claro: nadie está a salvo. 

Es la primera vez que matan en Ecuador a un candidato a la Presidencia, aunque en esta campaña ensangrentada ya asesinaron el 17 de julio al candidato a la Asamblea Rider Sánchez en Esmeraldas. Días después acribillaron al alcalde de Manta, Agustín Intriago, y en también a un joven futbolista.

El asesinato de de Villavicencio es el último capítulo de una deriva que el Estado se ve incapaz de parar. Y los estados de excepción a los que recurre el presidente Guillermo Lasso no están dando resultado. El presidente de Ecuador ha pedido ayuda al FBI para aclarar la muerte de Fernando Villavicencio, según ha informado en su cuenta de Twitter. El FBI se desplazará en breve a Quito.

A nosotros esta democracia nos ha costado la vida"

fernando villavicencio, candidato asesinado

En su último mitin, en el colegio Anderson, se dirigió a la multitud con unas palabras que parecen ahora premonitorias: "Aquí nada es gratis. A nosotros esta democracia nos ha costado la vida, defender la patria nos ha costado la vida y no vamos a permitir una nueva traición". Pocos minutos después caía abatido. 

A Villavicencio, periodista de profesión y diputado independiente desde 2021, le mataron cuando solo faltaban 11 días para acudir a las urnas. Eran las 18.20, hora local. Salía del mitin rodeado de escoltas y seguidores. Cuando ya estaba dentro del coche, se escucha una ráfaga de disparos. Tres tiros le alcanzaron en la cabeza y en el hospital más cercano solo pudieron confirmar su muerte. Resultaron heridos tres policías.

"Es tiempo de valientes", era su lema en esta campaña. Llevaba años abanderando la lucha contra la corrupción, y tenía informes recientes de la época de Rafael Correa y Jorge Glas. Villavicencio era un estandarte del anticorreísmo. De hecho, fue condenado bajo su mandato por presentar una denuncia "maliciosa". Hace dos días, Villavicencio había denunciado en una entrevista un escándalo de corrupción que afectaba a Correa y Glas. 

El autor material del atentado también murió a manos de la policía. Según Primicias, el sicario había sido detenido en junio. Hay seis detenidos colombianos tras los allanamientos decretados por la Fiscalía. En esta operación se encontraron un fusil, una submetralladora, cuatro pistolas, tres granadas, dos cargadores de fusil, cuatro cajas de munición, dos motocicletas y un vehículo robado. 

La familia de Villavicencio se ha quejado de contar con una protección deficiente. El automóvil en el que se desplazaba no estaba blindado. La policía ecuatoriana asegura que realizaron su labor, si bien admiten que el blindado en el que debía viajar Villavicencio lo estaban empleando en Guayaquil.

Elecciones bajo estado de excepción

Tras una reunión del consejo de seguridad, el presidente, Guillermo Lasso, ha anunciado que se decretaba el estado de excepción durante 60 días. Ecuador últimamente vive en estado de excepción permanente, aunque hasta ahora lo aplicaban parcialmente.

El estado de excepción autoriza a los militares a usar la fuerza para el control del orden público y de la seguridad ciudadana. La fuerza pública podrá realizar inspecciones que tengan como objetivo el hallazgo de armas, explosivos y sustancias sujetas a fiscalización. Lo que sí se van a permitir son las reuniones para que la campaña pueda seguir su curso. El domingo se celebra un debate entre candidatos.

El presidente Lasso apunta que se trata de un acto terrorista con fines políticos y que los autores querían alterar el proceso electoral, que seguirá su curso. Los ecuatorianos votarán al sucesor de Lasso el 20 de agosto y una nueva Asamblea. Para evitar un juicio político Lasso invocó la llamada muerte cruzada y disolvió la Asamblea en mayo pasado.

Figura como favorita la candidata del correísmo, Luisa González, pero el número de indecisos ronda el 50%, según los últimos sondeos publicados este jueves. La candidata correísta ha condenado tajantemente el atentado.

El correísmo quiere evitar una segunda vuelta pero necesita al menos el 40% y diez puntos de ventaja sobre el segundo. Este puesto se lo disputan Yaku Pérez, izquierdista, y el conservador Otto Sonnenholzner. Villavicencio tenía pocas posibilidades, aunque iba en ascenso, pero era una figura muy reconocida y respetada. 

Un candidato sin miedo

En repetidas ocasiones se había referido a cómo nada le iba a parar. "Me quieren quebrar, pero no les tengo miedo. Es la mafia política financiada por los narcos. Veinte años me he jugado en este país en contra de estas estructuras delictivas, y les reitero: no les tengo miedo. Y ratifico mi planteamiento de crear una cárcel de altísima seguridad", dijo Villavicencio, independiente apoyado por el Movimiento Construye. 

Me quieren quebrar pero no les tengo miedo. Es la mafia política financiada por los narcos"

fernando villavicencio

Aseguraba que trasladaría a los capos del narcotráfico, y mencionaba a Fito, líder de los Choneros, a esa prisión. Había sido amenazado por este grupo vinculado al Cartel de Sinaloa, pero aún así siguió en campaña. "En un parte policial en el que se revela una gravísima amenaza de uno de los capos del Cártel de Sinaloa, me refiero a alias Fito, en mi contra y en contra de mi equipo de campaña con una advertencia que si sigo refiriéndome a él y a su estructura, ellos atacarán en mi contra o atentarán contra mi vida”, dijo Villavicencio en rueda de prensa el 31 de julio. 

Fito es el alias de José Adolfo Macías Villamar, considerado el líder de Los Choneros, un grupo criminal originario de la ciudad de Chone, en la provincia de Manabí, que mantiene importantes nexos con el Cártel de Sinaloa.

Horas después del atentado, un grupo de encapuchados vestidos de negro y con armas de gran calibre difundió un video en nombre de Los Lobos en el que reivindicaba el asesinato de Villavicencio y amenazaba a otro candidato, Jan Topic. Sin embargo, hay confusión porque más tarde en otra grabación unos hombres a cara descubierta que dicen ser realmente miembros de Los Lobos dijeron que esa reivindicación era falsa y condenaron el crimen.

Los Lobos trabajan con el Cartel Jalisco Nueva Generación y desde 2020, cuando murió Jorge Luis Zambrano o Rasquiña, líder de los Choneros, se separaron de ellos. Tanto los Lobos como los Choneros han participado en varias masacres carcelarias, que solo en 2021 se cobraron 315 muertos. El hito más importante ese año fue la masacre de febrero en tres centros simultáneos. Hubo 80 muertos en una sola jornada. 

Un cóctel explosivo

Esta diversidad de megabandas armadas que se disputan todo el negocio asociado a la exportación de la droga y actividades complementarias, desde la extorsión a la trata de seres humanos, hace que la violencia se multiplique de forma exponencial.

Lo que sucede en Ecuador tiene mucho que ver con el proceso de paz en Colombia y la eliminación de las FARC como el gran actor que controlaba el negocio del narcotráfico"

francisco sánchez, instituto de iberoamérica

"En Ecuador hay narcotráfico con gran nivel de violencia. Esta circunstancia se da cuando estos grupos tienen ejércitos personales para asegurar el negocio. Y si no existe un claro dominador del mercado, como sucede en Ecuador, las bandas se enfrentan por el poder", afirma Francisco Sánchez, director del Instituto de Iberoamérica.  "Ha tenido mucho que ver el proceso de paz en Colombia y la eliminación de las FARC como el gran actor que controlaba y organizaba el negocio del narcotráfico. Así aparecen mafias que se enfrentan por el control, como las mexicanas, las albanokosovares, y las locales", añade Sánchez. También destaca cómo en Ecuador se dan las condiciones sociales idóneas para que prospere el narcotráfico: "Es un país con alta desigualdad, pocas oportunidades de empleo, mucha marginalidad y mucho patriarcalismo". 

En enero de 2022 la violencia traspasó los muros de la cárcel cuando 13 hombres con pasamontañas, fusiles de alto calibre y ametralladoras dispararon a seis hombres que jugaban al fútbol en la Playita del Guasmo, al sur de Guayaquil. Solo uno tenía antecedentes por tráfico de drogas. Las bandas habían pasado a demostrar su poder en las calles. 

En 2022 la violencia avanzó a gran ritmo en las provincias que forman parte del corredor de tráfico de droga hacia el Pacífico: Esmeraldas, Manabí, Guayas, Santo Domingo, Santa Elena, Los Ríos y el Oro. El 90% de los crímenes de todo el país en 2022 se dieron en esas siete provincias. 

Y va a más. En 2023 cada día los muertos se cuentan por decenas. Y se ha ampliado el radio de acción más allá de Guayaquil, ciudad sin ley, hacia ciudades como Durán, Quevedo, Manta y Quito.

A finales de julio, en tres días fueron asesinadas 30 personas, entre ellas el alcalde de Manta y el aspirante a la Asamblea. El asesinato de Agustín Intriago, uno de los politicos más populares, coincidió con otro brote de violencia en las cárceles. Casi 3.000 militares y policías se desplegaron para restaurar el orden y finalmente hubo 31 muertos. También se registraron ataques con bomba en diversas ciudades. 

Y la espiral de violencia ha seguido creciendo hasta el asesinato de Fernando Villavicencio, que desde sus tiempos de periodista se ha destacado como un infatigable luchador contra la corrupción. El golpe ha dejado en shock a todo el país, que se ha dado de bruces con una realidad que conocen bien los menos favorecidos, esos que se ven sometidos a la extorsión en las cárceles, o caen abatidos en un tiroteo por jugar al fútbol con alguien que tenía su día marcado.