La paz rehuyó Granada. En una Europa marcada por la guerra en Ucrania, la mayor contienda desde la II Guerra Mundial, otros dos conflictos que suceden a las puertas de la Unión Europea desfilaron por la capital nazarí sin lograr siquiera un encuentro entre enemigos. Una tregua, al menos, fugaz en tierra ajena. A la negativa de Azerbaiyán de acudir y reunirse con Armenia le siguió el rechazo a cualquier encuentro entre Kosovo y Serbia en plena reactivación de unas hostilidades que marcan la región desde hace más de 20 años.

"No es no", ha respondido rotunda la presidenta de Kosovo, Vjosa Osmani, al ser preguntada por si había cruzado palabra con el presidente serbio, Aleksandar Vucic, ambos presentes en la cumbre de la Comunidad Política Europea que se ha celebrado este jueves en Granada. "Las fotos no sirven. Serbia tendría que dar ciertos pasos para poder sentarnos", ha señalado.

La cita ha estado precedida por nuevos incidentes entre ambos países. El pasado sábado Kosovo exigió a Serbia que retirara sus tropas de la frontera común, afirmando que estaba preparada para proteger su territorio, en mitad de la advertencia de Estados Unidos de que Belgrado había enviado un "importante despliegue militar" a la frontera entre ambos países.

Las tensiones entre ambos países se han disparado desde el 24 de septiembre después de que una treintena de hombres armados irrumpieran en un pueblo del norte de Kosovo, de mayoría serbia, se enfrentaran a la policía y se refugiaran en un monasterio donde se produjo un tiroteo en el que murieron tres asaltantes y un agente de policía. El tiroteo reavivó la preocupación internacional por la estabilidad de Kosovo, de mayoría albanesa, que declaró su independencia de Serbia en 2008.

Mensaje a España: "La independencia de Kosovo es irreversible"

La presidenta kosovar ha acusado a su homólogo serbio de "estar directamente implicado" en tales agresiones y le ha acusado de ser un "proxy de Vladimir Putin". "Todos estos últimos acontecimientos demuestran que, 25 años después de la guerra, la misma mentalidad reina en Serbia", ha deslizado sin titubeos Osmani. "He tenido la oportunidad de informar de las ultimas agresiones de Serbia a través de grupos terroristas contra Kosovo", ha agregado. "Putin quiere abrir un nuevo frente en suelo europeo para desviar la atención la guerra en Ucrania", ha alertado.

La presidenta kosovar ha reconocido haber trasladado "múltiples pruebas" de la implicación serbia en los últimos conatos de violencia. Entre los líderes con los que dice haber hablado, figura Pedro Sánchez a pesar de que España es uno de los cinco países de la UE que no reconoce a su país.

Desde Moncloa insisten en que así seguirá siendo. Acompañan a España en la negativa Grecia, Chipre, Eslovaquia y Rumanía. Para evitar conflictos, se han obviado las banderas y el nombre de los países en las meses del encuentro y solo ha figurado el nombre del líder. Sánchez y los Reyes han recibido a todos los representantes, incluida la presidenta kosovar, pero subrayan que darle la mano no implica reconocer al país y que se trata de una cuestión de cortesía.

"Hemos sido tratado del mismo modo que el resto y se lo hemos agradecido a España, pero con España necesitamos hacer mucho más. Tenemos que sentarnos, hablar y permitir que nos pregunten sus inquietudes y poder responder. Kosovo es un país independiente y su independencia es irreversible. Hemos demostrado que estamos contribuyendo a la paz y la prosperidad de los Balcanes", ha indicado la presidenta, quien ha señalado que es tiempo del reconocimiento y de abrir la puerta de su país a la UE y la OTAN.