En 2022 la persona del año de la revista Time fue el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski. Con gran pasión, supo atraer a Estados Unidos y sus aliados a la causa de su pueblo en su lucha contra la Federación Rusa, que invadió Ucrania el 24 de febrero de ese año. Doce meses después, Zelenski lucha contra los elementos: desde el cansancio de la guerra en la opinión pública occidental al punto muerto en el campo de batalla en vísperas del invierno. El tiempo favorece al presidente ruso, Vladimir Putin, que acaba de anunciar que será candidato en las elecciones de 2024.

En Ucrania también deberían celebrarse presidenciales pero aún está por decidirse debido a la situación bélica. En el contexto político Zelenski sufre desgaste y hasta el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, le ha criticado por transmitir un optimismo excesivo sobre las expectativas de Ucrania. Zelenski reprochó al jefe del Estado Mayor, Valeri Zaluzhni, por afirmar en The Economist que la guerra estaba en punto muerto. Hay especulaciones sobre las posibilidades presenciales de Zaluzhni.

En una entrevista en la BBC, la primera dama ucraniana, Olena Zelenska, ha sido muy clara: sin la ayuda de los países occidentales, los ucranianos están "en peligro mortal". En contra del cansancio de la guerra, que paradójicamente lo sufren quienes están más alejados del campo de batalla, Olena Zelenska ha dicho: "Necesitamos la ayuda. Si el mundo se cansa, simplemente nos dejará morir".

Olena Zelenska no exagera: sin la ayuda financiera de EEUU, ahora con problemas de aprobación en el Congreso, y los fondos de la UE, a los que la Hungría de Orban no para de poner obstáculos, Ucrania colapsaría. Un tercio del presupuesto de Ucrania proviene de la ayuda financiera de EEUU, que se emplea no solo en sufragar la guerra, sino también los salarios de funcionarios, médicos, bomberos, etc...

De este modo se explica que Zelenski haya vuelto a hacer kilómetros. Estuvo el domingo en la toma de posesión de Javier Milei en Buenos Aires. Es la primera vez que el presidente ucraniano viaja a un país de Latinoamérica, donde a su pueblo le resulta más difícil encontrar apoyos, en este caso más políticos que financieros. En Buenos Aires se vio con Milei, que fue muy efusivo con Zelenski, a quien regaló una menorá (la lámpara de siete brazos del judaísmo), y también con los líderes de Ecuador, Paraguay y Uruguay.

También conversó con el primer ministro húngaro, Viktor Orban, para convencerle de que no retrasara la apertura de negociaciones para la adhesión de Ucrania a la UE, uno de los asuntos que se abordará en la cumbre del jueves y el viernes. Es posible que la cuestión se retrase hasta la primavera.

Ucrania argumenta que ha cumplido con la mayor parte de los requisitos requeridos, en su mayoría relacionados con la lucha contra la corrupción. A su vez, está pendiente de aprobación un plan económico de ayuda de 50.000 millones de euros. Orban amenaza con oponerse a la ampliación y a la ayuda. "Sería un duro golpe para la sociedad y el Ejército ucraniano", ha escrito Zelenski en su cuenta de X.

El gran problema es garantizar el compromiso de la UE de mantener la ayuda económica y militar en 2024"

Petro burkovsky, director de democratic initiatives foundation

"En estos momentos, el gran problema es garantizar el compromiso de la UE de mantener la ayuda económica y militar en 2024. Las mayores amenazas son los intentos rusos de difundir desinformación en Ucrania para desalentar la movilización y los planes rusos de interrumpir el sistema energético durante los próximos tres meses. Por supuesto, los rusos intentan apoderarse de nuevos asentamientos en el Donbás para enmarcar la guerra como un cambio de tendencia contra Ucrania", señala Petro Burkovsky, director de Democratic Initiatives Foundation.

Efectivamente, al aproximarse el invierno, la estrategia de Rusia se concentra en las infraestructuras energéticas. El objetivo es que la población se muera de frío y los soldados también tengan más dificultades en el frente, donde la situación ahora es de estancamiento. Rusia ha intensificado sus ataques en Avdiivka, un punto clave al noroeste de la ciudad ocupada de Donetsk donde quedan unas 1.500 personas. Rusia lleva dos meses intentando recapturar la localidad, donde antes vivían unas 30.000 personas.

El 'amigo' americano

De la capital argentina el presidente de Ucrania ha partido este lunes hacia Washington. Es la tercera visita de Zelenski a Estados Unidos desde el inicio de la guerra hace 650 días. Zelenski va a entrevistarse con el presidente, Joe Biden, y con el speaker de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson. Un paquete financiero de 60.000 millones está pendiente de la luz verde del Congreso, donde los republicanos quieren vincularlo a las aportaciones para proteger la frontera con México. Zelenski también se dirigirá a los senadores.

También se debate la ayuda a Israel, el aliado por excelencia de EEUU que requiere su respaldo para combatir a Hamás. La apertura de este otro frente tampoco favorece los intereses de Ucrania, que se ha visto desplazada del foco internacional.

Y ello se traduce en el viraje que comienza a observarse en la opinión pública estadounidense. Casi la mitad de los estadounidenses, el 48%, cree que EEUU está gastando demasiado en ayudar a Ucrania, según una encuesta de FT-Michigan Ross. Entre los republicanos la oposición es mayor: el 65% ve excesiva la aportación, mientras que entre los demócratas solo lo ve así el 32%. "Los republicanos en el Congreso están donde están sus votantes", asegura Doug Heye, estratega republicano, según el Financial Times.

Zelenski cuenta con el presidente Biden, firmemente convencido de que Ucrania necesita el apoyo de EEUU para ganar la guerra contra Rusia. "La historia juzgará duramente a quienes den la espalda a la causa de la libertad. No podemos dejar que gane Putin", dijo Biden en su último discurso a la nación con motivo de la guerra de Israel contra Hamás.

Desde hace semanas la Casa Blanca está lanzando señales de alarma sobre el riesgo de que Ucrania se quede sin fondos. Si el Congreso se va de vacaciones sin aprobar el nuevo paquete de ayuda, el presidente Biden tendría que adoptar medidas drásticas a expensas del gasto militar doméstico.

En vísperas de la reunión con Biden, Zelenski dijo en la Universidad Nacional de Defensa: "Ucrania no se ha rendido ni se rendirá. Sabemos qué hacer y pueden contar con Ucrania. Esperamos, igualmente, poder contar con ustedes".

Según Petro Burkovsky, "en EEUU ni demócratas ni republicanos quieren que les culpen de un fracaso o de debilidad a los ojos de Rusia y China. Es posible que haya que esperar hasta finales de enero o febrero pero finalmente EEUU dará su luz verde".