El Banco Santander UK y el Lloyds Bank, dos de las entidades financieras más importantes de Reino Unido, fueron utilizados por Irán para evadir las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos. Así lo afirma el periódico británico Financial Times, que explica que este plan habría estado respaldado por los servicios de inteligencia iraníes.

Ambos bancos proporcionaban cuentas a empresas pantalla británicas que, en realidad, pertenecían a una compañía petroquímica iraní (Petrocheminal Commercial Company), que estaba sancionada desde 2018. Esta empresa, de control estatal, pertenece a una organización que está acusada por Estados Unidos de formar parte de una red internacional que genera "cientos de millones de dólares" para la Guardia Revolucionaria de Irán, y también de haber trabajado con la inteligencia rusa con el objetivo de financiar milicias cercanas al régimen iraní.

Según los documentos, correos electrónicos y registros contables a los que ha tenido acceso el Financial Times, tanto esta empresa como su filial británica, PCC UK, han seguido operando, a pesar de las sanciones, desde una oficina en el barrio de Grosvenor Gardens, ubicada muy cerca del Palacio de Buckingham. Para ello utilizaban lo que definen como "una compleja red de entidades pantalla en Gran Bretaña y otros países".

Los archivos también muestran que el PCC ha recurrido a empresas en el Reino Unido para recibir fondos de empresas fachada iraníes en China que ocultaban su propiedad real mediante acuerdos fiduciarios y directores nominados.