Lleva a Israel y su fundación en el ADN familiar. Su abuelo Avraham Katznelson se cuenta entre los firmantes de la Declaración de Independencia de Israel. Su padre Mattityahu Peled fue soldado en la guerra árabe-israelí de 1948 y general en la Guerra de los Seis Días de 1967, las contiendas que iniciaron el laberinto en el que está sumido el conflicto. Miko Peled (Jerusalén, 1961) siguió al principio los pasos del clan y se enroló en las fuerzas especiales israelíes donde llegó a ser boina roja.

Hijo y nieto de las primeras generaciones que dieron forma a Israel, hoy es uno de sus críticos más acérrimos, menos condescendientes con la deriva del país. "Uno no puede ignorar sus raíces. Tu familia es tu familia y tienes que encontrar una manera de vivir con ella. No creo ser el primer disidente que proviene de familias que cometieron crímenes terribles", replica Peled en una entrevista con El Independiente cuando el enésimo capítulo sangriento entre palestinos e israelíes enfila la ruta hacia su sexo mes, con más de 32.000 muertos, una legión de civiles hambrientos y la Franja de Gaza reducida a escombros.

Israel es un régimen de mafiosos que fue humillado por un grupo relativamente pequeño de combatientes

"Hay otras voces israelíes que dicen lo que yo digo, pero son muy pocas. Se ha vuelto muy peligroso hablar", denuncia Peled, afincado en Estados Unidos y convertido en uno de los más firmes defensores de "desmantelar" Israel y construir un Estado democrático que sirva de hogar para israelíes y palestinos en igualdad. "Israel es un régimen de mafiosos que fue humillado por un grupo relativamente pequeño de combatientes que entró y básicamente paralizó el país", señala este instructor de karate que recorre el planeta abogando por una solución que resetee una región en llamas.

Su activismo creció en 1997 al calor de una tragedia familia. Tras años establecido entre Estado Unidos y Japón, perdió a su sobrina en Smadar en un ataque suicida en Jerusalén. Un acontecimiento que le condujo hasta un ajuste de cuentas con su biografía que plasmó en El hijo del General: el viaje de un israelí en Palestina. "Los últimos ataques de Hamás han demostrado que el ejército y la inteligencia israelíes no son más que un tigre de papel. Desde octubre, Israel como un régimen de apartheid que es ha tratado de vengarse escogiendo a las víctimas más débiles e indefensas, y es a ellas a quienes están matando. Por eso hemos visto morir a más de 30.000 palestinos inocentes", arguye.

Pregunta.- ¿Está Israel cometiendo un genocidio en Gaza?

Respuesta.- Israel lleva 76 años cometiendo un genocidio en Palestina. Creo que es importante poner eso en perspectiva. Ciertamente, lo que estamos viendo en Gaza es un nivel elevado de genocidio, sin lugar a dudas. La opresión ha estado ocurriendo desde que se estableció Israel, pero si volvemos a mirar la definición del crimen de genocidio en el estatuto actual queda muy claro que la destrucción física de un pueblo, la destrucción de su país, la destrucción de su identidad, la destrucción de sus monumentos, el cambio del nombre del país de Palestina a Israel, el nombre de ciudades y calles y luego negaron por completo que estas personas alguna vez existieron. Todo encaja con la definición de genocidio. Esto ha ido demasiado lejos. Hay un genocidio que viene ocurriendo desde hace mucho tiempo y debe detenerse. Ojalá se detenga ahora.

Esto ha ido demasiado lejos. Hay un genocidio que viene ocurriendo desde hace mucho tiempo y debe detenerse

P.- ¿Hacia dónde se dirige Israel?

R.- El sistema político israelí está en un completo caos. Está implosionando. Se están devorando unos a otros. Se están atacando unos a otros. No hay unidad alguna. El ejército sigue mostrándose completamente ineficaz y poco fiable. Los servicios de inteligencia son lo mismo. La gente está confundida. Los israelíes sienten que todo aquello en lo que solían confiar ya no existe. No hay ningún sistema político. No hay oposición. Incluso si tuvieran elecciones mañana, realmente no hay ninguna oposición por la que puedan votar que reemplace al gobierno actual. Se ha causado un gran daño a largo plazo a la estabilidad del Estado de Israel, que se halla paralizado. Las divisiones entre los políticos israelíes y las divisiones dentro de la sociedad nunca han sido más pronunciadas. Y también la sensación de falta de tolerancia hacia cualquier tipo de disidencia ahora; por supuesto, nunca ha habido mucha disensión sobre este tema entre los israelíes, pero la absoluta falta de tolerancia hacia cualquier tipo de disidencia ahora también se ha acentuado.

Netanyahu merece pudrirse en la cárcel por el resto de su vida y, con suerte, arder en el infierno después de eso

P.- Benjamin Netanyahu permanece en el poder a punto de cumplirse seis meses de los atentados de Hamás..

R.- Puede permanecer en el poder por mucho tiempo. No creo que su cargo de primer ministro esté en peligro de ningún modo. Y eso se debe, en primer lugar, a que su gobierno está haciendo exactamente lo que el público israelí quiere ver: matar a tantos palestinos como sea posible. En estos momentos tiene una coalición muy amplia y, por supuesto, todo el mundo quiere su asiento, por eso están discutiendo. Pero en términos de lo que realmente está sucediendo con las acciones gubernamentales, existe un apoyo generalizado. Nadie iguala a Netanyahu en términos de su capacidad para liderar, negociar y crear una coalición. Incluso cuando perdió las elecciones, aún pudo formar un gobierno de coalición y terminar siendo primer ministro. Su capacidad de permanencia es notable. Y no creo que haya ninguna amenaza para que sea primer ministro. Además del hecho de que tiene una mayoría muy sólida y muy cómoda en la Knesset, y esta mayoría no va a ir a ninguna parte. Lo respaldan firmemente y no creo que eso vaya a cambiar.

P.- ¿Quién es Netanyahu?

R.- Es un criminal de guerra. Merece pudrirse en la cárcel por el resto de su vida y, con suerte, arder en el infierno después de eso. Es un criminal de guerra de la peor calaña. Y corrupto, por supuesto. Creo que tal vez lo preguntas porque crecí conociéndolo. Él y mi hermana eran buenos amigos. Su primera esposa todavía es amiga de mi hermana. Lo conocí cuando era niño. Era mayor que yo. Ya estaba sirviendo en el ejército. Le amaba. Pensé que era un héroe. Solíamos ir a visitarlo después de que regresaba de operaciones y ese tipo de cosas. Pero claro, crecimos. Y el problema es que, como en Estados Unidos, por ejemplo, la gente no ha crecido. La gente todavía lo admira. Pero una vez que creces y te das cuenta de quién es realmente el hombre, te das cuenta de que su lugar es prisión de por vida. Su principal problema es su carácter; es un megalómano. Hará cualquier cosa para permanecer en el puesto de primer ministro. Y ha tenido mucho éxito. Él sabe exactamente cómo hacerlo. Verá arder el país entero. No hay ningún coste demasiado alto para él para seguir siendo primer ministro.

P.- Usted creció en una familia sionista. Su abuelo fue uno de los fundadores de Israel. ¿Entiende el estado de la opinión pública?

R.- Hay un apoyo generalizado a lo que está sucediendo. No es nuevo. La opinión pública israelí siempre ha estado casi al 100% detrás de las atrocidades cometidas contra los palestinos. Existe disidencia cuando el ejército decide retirarse y reducir sus operaciones de ataque. La atmósfera es terriblemente violenta, racista y apoya completamente lo que está haciendo el gobierno y no ve ningún problema con ninguna de estas atrocidades. Estamos ante una sociedad enferma. Es muy fácil ver cómo se creó esta sociedad. En otras palabras, nadie nace enfermo o racista. Pero a través de un sistema educativo muy intenso y muy bien pensado, podemos ver que a los israelíes se les enseña a ser racistas, a aceptar lo que les está sucediendo ahora a los palestinos y a lo que les ha estado sucediendo a los palestinos durante 75 años. Probablemente la generación más admirada en la mitología israelí es la generación de mis padres que nacieron en Palestina en la década de 1920. Fueron quienes realmente establecieron el Estado. Mi padre luego hizo carrera y se retiró como general. Fueron retratados internacionalmente como buenas personas, idealistas, socialistas y progresistas en muchos sentidos. Y estas son las personas que establecieron un estado de apartheid y cometieron un acto horrendo de crímenes contra la humanidad, como la limpieza étnica y el genocidio. Y la sociedad israelí ama a esta gente. Por eso no hay duda de que Israel es una sociedad enferma.

P.- ¿Qué hacer ahora?

R.- Hay un remedio para esta enfermedad, al igual que hemos visto en otras sociedades racistas. Finalmente los regímenes cayeron a través de sanciones severas y un aislamiento duro. Hay que derribar el estado de apartheid y luego establecer una Palestina democrática real sobre la base de la Palestina histórica con igualdad de derechos. Ese es el único remedio. Y creo que es un remedio que es eficaz, que funcionará, pero creo que ese es el remedio para la sociedad que beneficiará tanto a israelíes como a palestinos. Y, eventualmente, tiene muchas posibilidades de lograr una coexistencia pacífica entre los dos pueblos. Pero no hay duda de que ahora mismo es una sociedad enferma y requiere un tratamiento muy duro.

Mi familia está involucrada en el peor tipo de crímenes contra la humanidad

P.- Pero defiende acabar con la idea de que ayudaron a construir de manera notable su padre y abuelo...

R.- Absolutamente. Rechazo lo que hicieron. Rechazo completamente el sionismo. Mi familia está involucrada en el peor tipo de crímenes contra la humanidad. Creo que al mundo le ha tomado demasiado tiempo darse cuenta. Una de las excusas generales para el establecimiento del Estado de apartheid es el Holocausto, pero cuando piensas en esto por un minuto, lo realmente grotesco es que tres años después del fin del genocidio de los judíos europeos por parte de los nazis, los crímenes contra la humanidad realmente se convirtieron en ley. Tres años después, el mundo permitió que el movimiento sionista se estableciera y cometiera crímenes contra la humanidad allí mismo, a sólo unas horas de vuelo de casi cualquier capital de Europa. Se estableció el estado de apartheid. Se llevó a cabo una brutal campaña de limpieza étnica y masacres, y un genocidio que continúa hasta el día de hoy y que se permitió que sucediera. No puedo encontrar palabras para describir lo horrible que es.

P.- El recuerdo del Holocausto es permanentemente recuperado para acusar a quienes hoy disienten de antisemitas..

R.- El genocidio de los judíos en Europa finalmente terminó al final de la Segunda Guerra Mundial. Este genocidio aún continúa y está recibiendo pleno apoyo del mundo civilizado. Todos los europeos, los estadounidenses, están pagando por ello, apoyándolo y permitiendo que continúe. El enorme precio que el pueblo palestino está pagando por esto y la enorme inhumanidad que implicó la creación de este estado de apartheid y aún así el mundo permitió que sucediera. El intento de destruir una nación, destruir un pueblo, borrar su historia... es el mismo crimen. Cómo lo ejecutas es menos importante.

P.- ¿Existe conexión entre las víctimas del Holocausto y los que fundaron y viven hoy en Israel?

R.- Muy pocos supervivientes del Holocausto terminaron en Israel. Y los que fueron se terminaron yendo. La comunidad más grande de judíos antisionistas son en realidad supervivientes y descendientes de sobrevivientes de Auschwitz y se establecieron en Nueva York. Hay otros supervivientes judíos del Holocausto no religiosos que rechazaron el sionismo desde el principio. Pero creo que esta ecuación de que de alguna manera los judíos que eran sionistas y crearon el Estado de Israel son de alguna manera descendientes o víctimas del Holocausto es completamente falsa. No son las mismas personas. Los crímenes de los sionistas fueron planeados antes del Holocausto.

La solución de los dos estados no tiene sentido

P.- La diplomacia occidental ha rescatado la solución de los dos estados...

R.- Los gobiernos de todo el mundo dicen apoyar la solución de dos Estados porque no quieren decir la verdad. Nadie cree que sea posible. Pero si dices la verdad y tienes que admitir que las otras opciones son permitir que el apartheid continúe. Habría que desmantelar el Estado de apartheid, permitir el establecimiento de un Estado libre y democrático en toda la Palestina histórica y proponer mecanismos para permitir que los palestinos regresen. Esta opción significa que tendrían que boicotear a Israel, cerrar embajadas en Tel Aviv y no quieren hacerlo. La solución de los dos estados no tiene sentido y no sé cómo piensan llevarla a la práctica.

P.- Eso implicaría la coexistencia de israelíes y palestinos bajo un solo estado...

R.- Es la única opción que permitirá a israelíes y palestinos coexistir pacíficamente.

P.- ¿Es factible?

R.- Por supuesto. El apartheid en Sudáfrica cayó. Cayeron algunas dictaduras. Todavía recuerdo cuando Franco estaba en el poder cuando era niño. Estas cosas suceden. Por supuesto que suceden. Si estuviéramos hablando de 1988 o 1989 y alguien sugiriera que Nelson Mandela sería presidente de Sudáfrica dentro de cuatro o cinco años, parecería imposible. Pero claro que es posible. Simplemente tiene que suceder. Necesitamos que esto suceda. No sucederá por sí solo. No va a suceder por algún tipo de decreto celestial. La gente va a tener que luchar.

P.- ¿Mantiene la esperanza?

R.- La esperanza es algo que necesita ser creado. La esperanza no surge de la nada. Entonces, si queremos ver un cambio, tenemos que luchar por el cambio. Tenemos que hacer todo lo que podamos y luego crearemos esperanza. Tengo demasiados hermanos y hermanas palestinos. Cada mañana me despierto con el miedo de abrir y echar un vistazo y ver que sus hijos puedan haber quedado huérfanos, ya sea que estén en Gaza, Hebrón o Jerusalén. Para mí personalmente, no tener esperanza y no hacer todo lo posible para ser parte de la lucha es absurdo. No es una posibilidad. Tenemos que crear esperanza. Espero que parezca una Palestina libre y democrática desde el río hasta el mar, con igualdad de derechos y mecanismos establecidos para permitir el regreso de los refugiados.

P.- ¿Qué propone para los que llegaron y hoy son ciudadanos de Israel?

R.- El escenario de un Estado democrático no significa echar a la gente. Habrá que poner algún remedio. Obviamente, los palestinos merecen una gran compensación, pero la realidad es que hoy en Palestina hay dos naciones: Israel representa unos 6 millones aproximadamente, y tenemos el pueblo indígena palestino que representa alrededor de 7 millones. El hecho de que sea un Estado binacional de una forma u otra no se puede evitar ni negar.

P.- Eso necesitaría trabajar el dolor y el odio que hoy sienten ambas comunidades...

R.- ¿Qué hizo la gente en España cuando cayó Franco? También pasó en Grecia, Portugal o Sudáfrica. Sudáfrica probablemente nos dio la mejor hoja de ruta. Al final del día algunas personas seguirán cabreadas y amargadas mientras vivan, y no hay nada que podamos hacer al respecto. Hay que proponer mecanismos que permitan establecer una democracia y crear una sensación de futuro compartido. La gente quiere levantarse por la mañana, enviar a sus hijos a la escuela, ir a trabajar, asegurarse de que el agua esté funcionando, la electricidad funcionando, las carreteras estén bien. A eso aspiramos todos. Los israelíes y los palestinos son sociedades altamente educadas. Podríamos tener una democracia productiva al día siguiente, todos estarían listos para ir a trabajar. Por supuesto, hay mucha reconstrucción por hacer y una verdadera reconciliación.

No saben qué hacer. La Franja de Gaza siempre ha sido un problema para Israel

P.- Usted también ha conocido pérdidas. Perdió a la hija de su hermana en un atentado... ¿Cómo se perdona?

R.- No sé si perdonar es una opción. Benjamín Netanyah primer ministro en aquel entonces. Necesita pagar por ese crimen. Creo que los generales y políticos israelíes deben pagar por estos crímenes, por ese crimen en particular y por muchos otros crímenes que han cometido. No creo que nadie sepa siquiera cuántos palestinos fueron asesinados a causa de Israel. Entonces no creo que el perdón sea una opción. Pero creo que ver a estas personas sentadas en el banquillo de los acusados ​​y ver el proceso actual del genocidio en La Haya contra Israel es lo que debemos esperar.

P.- La comunidad internacional está asistiendo impotente al conflicto...

R.- No acepto que no puedan ni quieran tener un papel. Por eso me he volcado en dar charlas en países como Alemania. Es interesante ver la brecha entre la opinión pública y lo que sucede en los pasillos del poder y los principales medios de comunicación. El apoyo masivo a la justicia en Palestina no está representado en la política.

P.- El elemento de división interna en el Gabinete de guerra de Netanyahu es el escenario post guerra en Gaza...

R.- No creo que sepan qué hacer. Ese es el problema. La Franja de Gaza siempre ha sido un problema para Israel porque existe una democracia supuestamente liberal al estilo europeo y tienen dos millones de personas viviendo en un campo de concentración, muriendo de hambre y sin acceso a agua potable ni medicinas, y esto está a media hora en coche de Tel Aviv y a minutos de otros asentamientos israelíes. Entonces se dieron cuenta que tal vez si los bombardeamos y luego les echamos la culpa, el mundo hará algo y tal vez desaparezcan. No desaparecieron. No fueron a ninguna parte. Este ataque a Gaza no fue bien planeado ni es estratégico. Fue simplemente una venganza del peor tipo.

No creo que exista un escenario con el que puedan vivir porque los palestinos no van a ninguna parte. Esta idea de deshacerse de Hamás es, por supuesto, un mito. Es imposible. Es sólo una palabra clave para decir: queremos deshacernos de los palestinos, acabar con el terrorismo, todos esos lemas, todo el mundo sabe que son una tontería. Y el resto depende realmente de nosotros, de la comunidad internacional. Si la comunidad internacional aprovecha esta oportunidad para garantizar la seguridad en las vidas de los palestinos, entonces esto podría ser el fin del sufrimiento, el fin del genocidio, el fin del Estado de apartheid. Esta es una oportunidad que los palestinos nos brindaron una vez más para poner fin a esto. Y los palestinos necesitan seguridad. Necesitan que alguien los defienda. La Armada de los Estados Unidos debería estar allí brindando ayuda humanitaria e imponiendo una zona de exclusión aérea sobre Gaza. Entonces esa es la que debe ser la conversación. Si exigimos estas cosas, entonces esto tendrá un buen final. Finalmente se creará una realidad en la que los palestinos estén seguros. Si no hacemos nada, habrá más violencia y esto se prolongará. No hay una solución final.