El presidente de Argelia Abdelmadjid Tebboune desempolva la creación de un bloque magrebí para lograr una voz unificada de los países del Norte de África "sin excluir a ninguna parte", al que se han unido por el momento Libia y Túnez, declaró el jefe de Estado en una entrevista emitida la noche del sábado.

"La puerta está abierta para todos", señaló en referencia a su rival vecino Marruecos ante la iniciativa anunciada a principios de marzo, cuando Tebboune acordó en Argel con su hómologo tunecino, Kais Said, y libio, Mohamed Menfi, celebrar reuniones tripartitas periódicas para coordinar la cooperación, recoge Efe.

"Este bloque no está dirigido contra ningún otro estado y la puerta está abierta a los países de la región", como Mauritania, declaró y consideró "inaceptable" aislar a futuros integrantes en relación a Rabat, con quien rompió relaciones diplomáticas en 2021.

Se espera "que este espacio sea una iniciativa beneficiosa para los países de la región al acercar y unificar sus voces sobre los temas que les preocupan, aún más porque compartimos casi los mismos problemas", explicó.

En 1989, Marruecos, Mauritania, Argelia, Túnez y Libia fundaron en Marrakech la Unión del Magreb Árabe (UMA), hoy técnicamente inoperativa y que apenas avanzó en la configuración de un marco de cooperación económica y política en la región como pretendía.

El Sáhara, una "causa justa"

Tebboune también abordó las actuales relaciones con Níger y Mali, gobernados por juntas militares, y después de que Bamako acusara de "injerencias" a Argelia y anunciara el pasado mes de enero el "fin, con efecto inmediato" del acuerdo de Argel firmado en 2015 con grupos separatistas del norte del país.

El presidente argelino aseguró que respeta las decisiones de estos países que tienen derecho a rechazar su ayuda como mediador: "Argelia no es un Estado colonial y nunca ha tenido ambiciones en Malí o Níger", manifestó.

"Cualquier persona sensata puede medir la gravedad y las repercusiones de la injerencia extranjera, pero no podemos imponer ni culpar a nuestros hermanos por sus decisiones", valoró.

En cuanto a la cuestión del Sáhara Occidental, el presidente argelino declaró que se trata de "una causa justa en la agenda de Naciones Unidas" e insistió en que su resolución "no va dirigida contra nuestros hermanos de Marruecos ni contra nadie, sino que es una cuestión de descolonización". "Si utilizamos la razón en lugar de las amenazas y la fuerza, llegaremos a una solución", afirmó.