Una crisis que lejos de amainar se recrudece. Argelia ha condenado "en los términos más enérgicos" lo que considera el "plan de confiscación" de los inmuebles de su embajada en Marruecos, ubicada en Rabat, y ha advertido de que el Gobierno "responderá a estas provocaciones con todos los medios que considere oportunos".

"El Reino de Marruecos ha entrado en una nueva fase de escalada en su comportamiento provocador hacia Argelia", señala un comunicado del Ministerio de Exteriores publicada este domingo y recogido por Efe. Argel asegura que recurrirá a todos los cauces y medios legales disponibles, en particular en el marco de las Naciones Unidas, para garantizar el respeto de sus intereses.

Este hecho se basa en la "ilegalidad y su incompatibilidad con los deberes asumidos por cualquier Estado miembro de la comunidad internacional", explicó el departamento, y supone "una violación indescriptible del respeto y del deber de protección respecto de las representaciones diplomáticas de estados soberanos que están protegidas tanto por el derecho internacional como por la costumbre".

Desde Rabat, por su parte, el Gobierno marroquí ha señalado este lunes que "no busca ni escalada ni provocación" con Argelia y ha negado las denuncias del país vecino que acusó a Rabat de tener "un plan de confiscación" de los locales de su embajada en la capital marroquí. Fuentes diplomáticas marroquíes dijeron a Efe que ni la embajada argelina ni la residencia del embajador, ubicadas en la avenida Mohamed VI, fueron tocadas, "no fueron objeto de ninguna medida" y están protegidas por las autoridades marroquíes.

Subrayaron que el local objeto de las denuncias de Argelia es "un edificio vacío que no se usa" y se encuentra en otro sitio aledaño a la sede del Ministerio de Exteriores marroquí, y añadieron que este local fue objeto de discusiones con las autoridades argelinas hace un año y medio para comprarlo.

"Marruecos no busca ni provocación ni escalada con Argelia e incluso el trámite relacionado con este local está en un punto muerto", afirmaron las mismas fuentes que detallaron que sobre este local desde enero de 2022 la diplomacia marroquí envió siete cartas en sus intercambios con la argelina, que contestó con otras cinco.

Añadieron que el Ministerio de Exteriores marroquí está extendiendo su sede con la adquisición de locales que tiene anexos o cercanos al edificio. Para ello, las fuentes añadieron que se han comprado locales no usados en la zona de otras embajadas cercanas como la de Austria, Suiza, Costa de Marfil y Estados Unidos, y están negociando con Dinamarca para comprar un local no usado con el objetivo de ampliar la sede del ministerio e instalar una academia y un museo diplomático

Vulnera la Convención de Viena

La iniciativa marroquí, insistió Argel, "se desvía gravemente" de las obligaciones de la Convención de Viena- que rige las relaciones diplomáticas- y que le exigen respetar y proteger las embajadas en su territorio "cualesquiera que sean las circunstancias".

Esta expropiación ha sido autorizada por el jefe del Ejecutivo marroquí, Aziz Akhannouch, a propuesta del Ministerio de Economía y tras consultar con el Ministerio de Interior, e implica varios bienes inmuebles y terrenos propiedad del Estado argelino, según el diario digital marroquí Maghreb-Intelligence.

Dicha decisión, difundió este medio, ha sido justificada por la necesidad de ampliar los locales del departamento de Exteriores y puede ser apelada en un plazo de dos meses según un anuncio publicado en el Boletín Oficial de Avisos Jurídicos del pasado 13 de marzo.

Rifirrafe al alza

Apenas dos semanas antes el Partido Nacional Rifeño (PNR), creado en 2021 en Europa para defender la independencia de la región marroquí del Rif, inauguró una oficina de representación en la capital argelina, lo que fue calificado de "agresión" por los medios marroquíes.

Ambos países mantienen sus fronteras terrestres cerradas desde 1994 y la tensión diplomática se prolonga desde hace décadas a causa del conflicto de la antigua colonia española, el Sáhara Occidental.

En agosto de 2021 Argelia rompió relaciones diplomáticas con el país vecino por sus "acciones hostiles", entre ellas su supuesto apoyo a dos grupos opositores que Argel tilda de movimientos terroristas: el islamista Rachad y el Movimiento de Autodeterminación de la Kabilia (MAK).

A esta ruptura le siguieron el cierre del espacio aéreo argelino, la clausura del gasoducto Magreb-Europa (GME) y la prohibición del tránsito de mercancías importadas por Argelia a través de puertos marroquíes.