Una abrumadora mayoría de 143 estados, de los 193 miembros de la ONU, volvió a pedir este viernes en la Asamblea General reconsiderar la integración de Palestina como estado de pleno derecho, una decisión que compete al Consejo de Seguridad. Es una decisión simbólica que se produce en plena ofensiva en Rafah, con el gabinete de seguridad israelí aprobando la ampliación de la operación militar que ha provocado ya la evacuación de 100.000 gazatíes.

Solo nueve países votaron en contra, y 25 se abstuvieron, en esta resolución que fue copatrocinada por España, Irlanda, Noruega y Bélgica, junto a más de setenta países.

La resolución aprobada por la Asamblea concede además a Palestina nuevas competencias que superan su estatus actual de "estado observador no miembro" y que definen su participación en la Asamblea General, pero especifica que no contará con derecho a voto ni podrá presentarse candidata a los organismos de Naciones Unidas.

En protesta por el debate y la previsible aprobación, el embajador israelí ante la ONU Gilad Erdan ha utilizado una trituradora de papel para destrozar la carta de las Naciones Unidas.

Israel vuelve a denunciarlo como "un premio a Hamás"

El ministro israelí de Exteriores, Israel Katz, ha tildado este viernes de "absurda decisión" la votación en la Asamblea General de la ONU a favor de la integración plena de Palestina, que consideró "un premio para los terroristas de Hamás".

"La decisión de mejorar el estatus de los palestinos en la ONU es un premio para los terroristas de Hamás tras cometer la mayor masacre de judíos desde el Holocausto y perpetrar los crímenes sexuales más atroces que el mundo haya visto", afirmó el ministro en referencia a lo ocurrido el 7 de octubre de 2023, cuando el grupo islamista palestino atacó territorio israelí y mató a unas 1.200 personas y secuestró a unas 200.

Katz consideró que la medida "demuestra el sesgo estructural de la ONU", que, en su opinión, bajo el liderazgo del secretario general, Antonio Guterres, "se ha convertido en una institución irrelevante". El ministro consideró que el mensaje que la ONU manda a la "región sufriente" es que "la violencia vale la pena".

El jefe de la diplomacia israelí consideró que "los palestinos no cumplen los criterios de la ONU para ser un Estado", y que la decisión viola las propias reglas de procedimiento de la ONU, ya que tal medida no puede recaer sobre la Asamblea General, según Katz. "Cuando se trata de medidas antiisraelíes, la ONU se permite romper las reglas", subrayó.

"El teatro político llamado ONU ha adoptado una decisión artificial, alejada de la realidad, que sólo fomenta el terrorismo. Israel busca la paz, que sólo se logrará mediante negociaciones directas entre las partes", agregó el ministro, aunque Israel lleva décadas oponiéndose a reabrir un proceso de paz con los palestinos.