Es una muestra más del idilio por el que pasan las relaciones entre la administración Trump y Marruecos, enhebradas por esa entente de la que forman parte Israel y Emiratos Árabes Unidos urdida durante el primer mandato del republicano. En un nuevo gesto de respaldo en el conflicto del Sáhara Occidental, el presidente estadounidense se ha comprometido con Marruecos a designar al Frente Polisario organización terrorista, reconocen fuentes cercanas a los republicanos consultadas por El Independiente.
El plan se puso sobre la mesa hace apenas una semana cuando el secretario de Estado estadounidense Marco Rubio y el ministro de Asuntos Exteriores marroquí Naser Burita se reunieron en Washington. “Estados Unidos sigue creyendo que la autonomía bajo la soberanía marroquí es la única solución viable. El secretario reafirmó el llamamiento del presidente Trump a las partes para que entablen conversaciones sin demora, utilizando la propuesta de autonomía de Marruecos como único marco, para negociar una solución mutuamente aceptable. El secretario señaló que Estados Unidos facilitaría el progreso hacia este objetivo”, detalló entonces un escueto comunicado de la diplomacia estadounidense.
Ejercicio de presión
Es precisamente en ese ejercicio de presión -tan del gusto de Trump- donde la designación como grupo terrorista para el Frente Polisario, considerado por la justicia internacional como el representante legítimo del pueblo saharaui, entra en juego. “Marruecos sabe que la Administración Trump ofrece una oportunidad única en una generación para asegurar definitivamente la soberanía sobre el Sáhara Occidental. Por lo tanto, redunda en su interés nacional presionar todo lo posible para que su aliado político más importante, la Administración Trump, margine a quienes se oponen a la propuesta de autonomía en el Sáhara Occidental”, explica a El Independiente Michael Walsh, investigador visitante sobre política exterior estadounidense en la Universidad de Granada.
Esa estrategia “empieza obviamente por el Frente Polisario”, subraya Walsh. “Una forma de intentar lograr ese resultado es que el Gobierno de EE. UU. designe al Frente Polisario como organización terrorista extranjera. Tiene todo el sentido que el Gobierno de Marruecos presione a la administración Trump y al Congreso de EE. UU. para que hagan esa designación lo antes posible”, agrega el analista.
La maquinaria para lograrlo, pese a la ausencia de pruebas que apuntalen tal catalogación de un movimiento de liberación nacional reconocido por decenas de países, ha empezado a moverse entre los pasillos del poder estadounidense, con ayuda de lobistas y campañas de desinformación.
En ese contexto, fuentes del Polisario inscriben el reportaje que hace unos días publicó The Washington Post sobre la presencia de saharauis en Siria y su supuesta conexión con Irán. “Irán, por ejemplo, entrenó a combatientes del Frente Polisario, con sede en Argelia, un grupo militante que lucha por la independencia del Sáhara Occidental de Marruecos, con cientos de ellos ahora detenidos por las nuevas fuerzas de seguridad de Siria, según un funcionario regional y un tercer funcionario europeo”, señala una información firmada por Loveday Morris y Souad Mekhennet.
El Polisario replicó que “una periodista alemana de origen marroquí intenta fabricar acusaciones absurdas, sin la más mínima prueba y utilizando métodos oscuros y argumentos endebles, para imputarnos la acusación de terrorismo”. Morris no había respondido a las peticiones de información cursadas por este diario al cierre de esta edición.
El objetivo, según Walsh, es vincular al Polisario con Irán y Rusia para facilitar el proceso de su designación. “Podría resultar crítico para obtener el apoyo de otros miembros del Congreso de ambos partidos. Para los republicanos, hay razones de peso para apoyar la campaña de máxima presión sobre Irán. En la mente de muchos miembros republicanos del Congreso, redefinir al Polisario como un posible representante iraní reforzará el argumento para su designación. Se puede argumentar algo similar para Rusia. Quedan muchos miembros del Congreso en ambos lados del pasillo que creen que Rusia representa una grave amenaza para la seguridad nacional de EE. UU. y los intereses de política exterior en el norte de África y el Sahel”.
El tuit acusador de Joe Wilson
En esta misma línea se enmarca la iniciativa del republicano Joe Wilson, miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Congreso estadounidense, que anunció en su cuenta de X -anteriormente Twitter- su intención de batallar para la catalogación como terrorista del Polisario. “Estoy de acuerdo con el Secretario de Estado Rubio en que la verdadera autonomía bajo soberanía marroquí es la única solución posible para el Sahara. Presentaré una legislación para clasificar al Frente Polisario como organización terrorista. Irán y Putin están ganando terreno en África a través del Polisario”, señaló.
El Polisario ha negado de manera reiterada cualquier conexión con Irán y su nexo con Rusia es también colateral. Desde el fin de la tregua en noviembre de 2021, el movimiento saharaui ha firmado una guerra de baja intensidad con Marruecos. Sus recursos son escasos y proceden del contexto de la Guerra Fría. La superioridad militar del enemigo marroquí es notable. Los saharauis ni siquiera disponen de drones, un arma que Rabat usa habitualmente contra ellos. Argelia, su principal valedor internacional, se resiste a proporcionarles material moderno.
En una entrevista reciente con el rotativo francés L'Opinion, el presidente argelino Abdelmajid Tebboune reconoció que mantenían la negativa de proporcionar nuevo armamento al ejército saharaui mientras defendía que la descolonización del territorio no autónomo conforme a la ONU es una “línea roja” para Argel. “La independencia de Argelia se obtuvo tras ciento treinta años de lucha. La República Árabes Saharaui Democrática es miembro de nuestra organización panafricana, la OUA, que se convirtió en la UA. El Tribunal Internacional de Justicia ha declarado que no existe ninguna relación de tutela entre el Sáhara Occidental y Marruecos, salvo las relaciones económicas. La justicia europea reconoce gradualmente los derechos de los saharauis. Estos últimos reclaman armas que por el momento nos guardamos de darles. El rey Hasán II quería resolver el problema del Sáhara Occidental justo antes de su muerte en julio de 1999. De hecho, le había confiado al presidente congoleño, Denis Sassou Nguesso: '¡No dejaré esta herencia a mis hijos!'. Pero Mohammed VI no lo siguió, por desgracia...”, manifestó Tebboune.
El Polisario: "No es la primera vez y siempre fracasan"
Por su parte, fuentes del Polisario niegan las acusaciones y subrayan su pleno reconocimiento internacional. "El Polisario es uno de los movimientos más antiguos en el comité de liberación africano; la RASD es miembro de la Unión Africana; somos un movimiento acreditado en el Comité de los 24 de la ONU, como representante del pueblo saharaui desde varias décadas. El Tribunal Europeo de Justicia ha reconocido la representatividad del Frente Polisario en su sentencia del 4 de Octubre del 2024", exponen. "Son tentativas de los servicios de Marruecos de acreditar esa tesis, pero no lo conseguirán", recalcan. Recuerdan, además, que el grupo tiene oficinas de representación en Washington, embajadas en África Y América Latina y una docena de delegaciones en Europa y Australia.
"No es la primera vez que Marruecos intenta asignar esta etiqueta al Polisario pero siempre ha fracasado y ha sido desmentido por numerosos servicios de información occidentales y no occidentales", replican. "Hemos combatido a Marruecos en el territorio ocupado siempre en legítima defensa, como beligerante reconocido y monitoreado por la ONU, pero siempre contra objetivos militares. Desde el 2015 hemos firmado las convenciones de Ginebra y toda nuestra acción ha sido siempre respetuosa del derecho humanitario internacional y cooperamos plenamente con la Cruz Roja y la Media Luna Internacionales", agregan.
Los saharauis nos reclaman armas que por el momento nos guardamos de darles, dice el presidente argelino
El próximo noviembre el conflicto de la otrora provincia número 53 de España, ocupada ilegalmente por Marruecos desde 1976, cumplirá medio siglo. Las posiciones de Marruecos y el Polisario son antagónicas y parece poco probable cualquier salida del estatus quo. Para la monarquía alauí, la única vía es un plan de autonomía presentado en 2007 que consta de tres folios y que se ha negado a desarrollar. El referéndum conforme a la ONU es la única opción para el Polisario. En estos años, Rabat y su agresiva política exterior ha logrado arrancar el apoyo de Francia y España pero las adhesiones no han cambiado un ápice las raíces jurídicas del contencioso y el proceso de descolonización pendiente, el último de África.
Fuentes próximas a los republicanos consideran que la designación busca agitar la parálisis. Durante la administración Biden, los demócratas no revirtieron el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara que Trumo firmó en sus últimas semanas en la Casa Blanca, en mitad de los Acuerdos de Abraham pero consideraron públicamente que el plan de autonomía era solo “uno de los enfoques posibles”. El republicano quiere ahora allanar el camino al establecimiento de un consulado estadounidense en El Aaiún, la capital de los territorios del Sáhara ocupados por Marruecos. La designación tiene mucho sentido si se entiende la forma de negociar de Trump, deslizan. La etiqueta busca crear las condiciones políticas para forzar a un acuerdo.
Resolver medio siglo de conflicto
“La administración Trump sabe que la resolución pacífica de la disputa del Sáhara Occidental supondría una importante contribución a su legado. Quiere demostrar que puede lograr resultados en política exterior que sus predecesores no consiguieron. Eso incluye la resolución de uno o más conflictos activos (por ejemplo, Palestina, Somalia, Siria, Sáhara Occidental op Yemen). Por lo tanto, les conviene presionar todo lo posible para que la nación saharaui acepte la propuesta de autonomía mientras el Partido Republicano siga controlando el Congreso de Estados Unidos”, apunta Walsh.
El camino, no obstante, no resultará sencillo, advierte este analista. “Dadas las preocupaciones sobre la economía estadounidense, muchos creen que existe un riesgo creciente de que el Partido Republicano obtenga malos resultados en las elecciones de mitad de período. Si eso sucede, la administración Trump necesitaría apoyo bipartidista para cumplir ese compromiso en el futuro. También parece haber un riesgo creciente de que los Estados miembros de la OTAN elijan enfoques muy divergentes sobre los asuntos del norte de África. No hay consenso sobre el papel que los Estados miembros de la OTAN deberían tratar de desempeñar en el norte de África, y hay desacuerdo sobre la prioridad estratégica del norte de África para la comunidad en su conjunto. Dadas estas realidades, tendría sentido que la Administración Trump tratará de facilitar la adopción de la propuesta de autonomía cuanto antes”, arguye.
Marruecos, por su parte, es consciente de la oportunidad única y ha puesto a trabajar su lobby. “La postura estadounidense representa un fuerte apoyo a la iniciativa marroquí de autonomía, que goza de una amplia aceptación en el seno de la comunidad internacional, al considerarse la única y seria base para una solución duradera que preserve la soberanía nacional y promueva el desarrollo en las provincias del sur”, señala el veterano Omar Hilale, embajador marroquí ante la ONU. Su apuesta es que “Washington está decidido a resolver el conflicto del Sáhara marroquí antes del cincuenta aniversario de la Marcha Verde” el próximo otoño. En los mismos términos se expresa Jason Isaacson, del lobby American Jewish Committee. “Aunque [Biden] no ha renegado del reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara, tampoco ha hecho avanzar este expediente. En cambio, la administración Trump tiene la clara intención de avanzar hacia la resolución de este expediente en favor de Marruecos”.
A juicio de Walsh, “el problema para el Polisario es que su decisión de reanudar la lucha armada ha allanado el camino hacia su designación como organización terrorista extranjera”. “Para complicar las cosas, uno de sus principales patrocinadores estatales ha sido acusado durante mucho tiempo de socavar la seguridad nacional y los intereses de política exterior del Gobierno de EE. UU., es decir, Sudáfrica. El estado actual de las relaciones entre EE. UU. y Sudáfrica seguramente tendrá un efecto negativo en las relaciones entre EE. UU. y el Polisario”, alega.
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hace 1 semana
cosas sin respuestas: cuanto vales? y porque temes las represalias de Trump? no lo ves que es una cobardía ?
hace 1 semana
España y si me apuran Francia dejaron de ser importantes en el momento que decidieron hacer un seguidismo de la política de Marruecos.
Marruecos, al igual que está pasando con el cado Abalos, tiene información sensible sobre el gobierno español que en su momento, espero, salga a la luz.
Son listos y los tienen cogidos por …
Además disponen de sus valedores españoles más conocidos: José Luis rodriguez, moratinos, bono y la viuda enamorada..
Tan solo le falta una jugada maestra: ceder territorio para una base de EEUU.
No sé a qué espera para ningunear definitivamente a España.
hace 1 semana
De la mano de un violador permanente de la legalidad internacional, como es Trump, y del importante lobby marroquí extendido por varios países y con especial presencia en las huestes socialistas de Pedro Sánchez, una tormenta perfecta parece ceñirse sobre el pueblo saharaui y su derecho a la autodeterminación.
Ahora bien, como dice en su argumentada respuesta el Polisario, la acusación de ser una organización terrorista se ha repetido en los pasados años, y jamás se ha encontrado una prueba que lo confirmara, pues en caso contrario tanto Estados Unidos como Francia habrían intentado acabar con el movimiento de liberación saharaui.
A Trump, como a Sánchez y a Zapatero, la legalidad internacional y las resoluciones de la ONU y la Unión Europea le importan muy poco cuando se trata de apoyar a Marruecos e intentar hacer que el pueblo saharaui renuncie a sus legítimos derechos.
Es cierto, no obstante, que hasta ahora los dos presidentes socialistas españoles no se han atrevido a decir que el Polisario sea una organización terrorista. Si así lo hicieran, perderían la casi nula credibilidad que les queda.
hace 1 semana
Siempre con el pueblo saharaui y su derecho a la autodeterminación.