A la creciente presión internacional se une el frente interno, el que representan aquellas voces que en Israel han sido sepultadas durante esos 20 meses de ardor bélico y sed de venganza en Gaza. La nueva operación terrestre ordenada por Netanyahu está haciendo aflorar declaraciones de figuras públicas israelíes que censuran la estrategia y piden el final de la contienda, en medio de una grave crisis humanitaria en el enclave palestino.

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El último en elevar la voz ha sido el ex primer ministro israelí, Ehud Olmert. En una entrevista con la BBC, Olmert ha asegurado que "la mayoría de los israelíes están en contra de lo que está sucediendo, un gran número de los comandantes [del ejército] se oponen a la ampliación de la operación militar y quieren poner fin a la guerra de inmediato". A su juicio, lo que Israel "está haciendo ahora en Gaza se acerca mucho a un crimen de guerra". Rotativos locales como Haaretz se preguntan abiertamente ya hasta cuándo los generales israelíes permanecerán callados ante lo que está sucediendo. Los familiars de los rehenes llevan año y medio exigiendo que se priorice el acuerdo para el regreso de quienes permanecen en la Franja.

"Intolerable e imperdonable"

"Resulta totalmente intolerable, inaceptable e imperdonable, hay que detenerlo de inmediato", ha desliado Olmert, acusado por medios progubernamentales de "presionar a favor de los palestinos". "Tenemos que satisfacer todas las necesidades humanitarias de la población. No podemos permitir moralmente que comience la hambruna en Gaza. Hay que detenerla", ha agregado.

Para el expremier, Israel está librando "una guerra sin sentido, una guerra sin posibilidades de lograr nada que pueda salvar la vida de los rehenes". Ha insistido en que la "apariencia evidente" de la guerra es que están muriendo miles de palestinos inocentes, así como muchos soldados israelíes. "Desde todos los puntos de vista, esto es repugnante e indignante", ha indicado Olmert, que desempeñó un papel fundamental en la salida de Israel de Gaza en 2005.

Durante el último año, Olmert ha recorrido las principales capitales del mundo junto al palestino Nasser Kidwa, ex ministro de Asuntos Exteriores de la Autoridad Palestina y sobrino de Yaser Arafat, para explicar su propuesta, una hoja de ruta para cerrar definitivamente la cíclica espiral de violencia y “agonía” que palestinos e israelíes protagonizan desde hace décadas. El pasado otoño, durante su paso por Madrid, Olmert declaró: “Necesitamos cambiar a nuestra gente; influirles y tenemos que contar con la comunidad internacional, con vuestros gobiernos, para que pongan la resolución de este conflicto en la prioridad de sus agendas y ninguno de los dos lados pueda escapar”.

Olmert se suma así a la crítica lanzada este martes por el ex general Yair Golan, que suscitaron controversia en Israel. Golan, exgeneral de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y líder de Los Demócratas -una alianza del Partido Laborista y Meretz, la izquierda sionista israelí- denunció la deriva de Israel y su creciente aislamiento internacional, en mitad de una nueva ofensiva terrestre.

“Israel está en camino de convertirse en un Estado paria, como lo fue Sudáfrica en su día, si no vuelve a comportarse como un país sensato”, manifestó Golan a la radio pública israelí Kan. “Un Estado cuerdo no libra guerras contra civiles, no mata bebés como pasatiempo y no se fija como objetivo el desplazamiento de la población”. También criticó duramente al gobierno de Netanyahu, al que calificó como “lleno de personajes vengativos, carentes de moral y de la capacidad de gestionar un país en una situación de emergencia”.