Una semana después de la interceptación de la Flotilla Global Sumud por parte del ejército israelí, el marroquí Aziz Ghali sigue detenido. Los españoles fueron liberados entre el domingo y el lunes. Ghali es un activista destacado en Marruecos y al que algunos sectores acusan de apoyar las reivindicaciones saharauis tras defender el derecho de la ex colonia española, ocupada por Marruecos desde hace medio siglo, a decidir su futuro.
Ghali, expresidente de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), sigue detenido junto a Abdelazim Ben Daraaoui, también marroquí, junto a dos noruegos y un nigeriano, han confirmado fuentes cercanas a Ghali a El Independiente. La organización de la Global Sumud Flotilla tilda la interceptación de “flagrante violación del derecho internacional” y de “acto de piratería marítima”.
Antes de su arresto, Ghali había rechazado cualquier mediación de la oficina de enlace de Marruecos en Tel Aviv, alegando que la flotilla era una iniciativa humanitaria y no una cuestión diplomática. En huelga de hambre, insiste en tramitar su deportación a través de las autoridades marroquíes en Cisjordania.
Llamamientos a su liberación y denuncia de malos tratos
Transparencia Marruecos ha expresado su profunda preocupación por la detención de los dos marroquíes y ha pedido una intervención diplomática urgente de las autoridades de Rabat. Marruecos reconoció a Israel hace cinco años y desde entonces han reforzado sus relaciones comerciales y militares, que se han mantenido en los últimos 24 meses a pesar de las masivas protestas en las calles marroquíes exigiendo su ruptura.
La ONG también ha alertado sobre el estado de salud de Ghali, que se encuentra en huelga de hambre desde su arresto, y ha pedido al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos que investigue las condiciones de su detención y los presuntos actos de tortura.
Una carta polémica desde Marruecos
Mientras crece la presión de las organizaciones de derechos humanos, un grupo marroquí vinculado a los aparatos de seguridad, la llamada Organización Marroquí de Derechos Humanos y Lucha contra la Corrupción, ha adoptado la posición opuesta. En una carta dirigida a las fuerzas israelíes, pidió que Ghali y sus compañeros sean procesados “con las penas más severas”, calificando la misión humanitaria como “un acto peligroso y provocador contra el Estado de Israel”.
El documento, firmado por su secretario general Nabil Ouazzae, afirma que las acciones de Ghali “no representan la postura del Estado marroquí” y acusa al activista de “vínculos con el grupo separatista del Frente Polisario”. La organización llega incluso a describir las operaciones militares israelíes en Gaza como “un asunto interno”, en una postura que contrasta con las posiciones de la mayoría de entidades de derechos humanos internacionales. No es la primera vez que este grupo adopta posturas polémicas. En agosto, salió en defensa de un agente de tráfico de Marrakech filmado mientras pedía un soborno, pidiendo sancionar al turista que lo grabó.
Ghali se ha ganado el rechazo de los leales al régimen marroquí por sus declaraciones a favor del derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui. “Los derechos humanos no se detienen en las fronteras de los conflictos territoriales”, deslizó el pasado diciembre Ghali al denunciar las violaciones cometidas por Marruecos en los territorios saharauis ocupados. Una postura que le valió demandas judiciales por “amenazar la integridad de Marruecos” y una campaña de difamación en la amordazada prensa alauí. Le360, un diario digital propiedad del aparato de inteligencia marroquí, le acusó el año pasado de “vertir numerosas falsedades sobre temas políticos y derechos humanos” tras hacer público su posicionamiento sobre el Sáhara Occidental, un caso de descolonización similar al de Palestina.
La Flotilla Sumud, interceptada el 1 de octubre, buscaba romper el bloqueo sobre Gaza y entregar alimentos y material médico a sus residentes. Entre los activistas se encontraban seis marroquíes: Ghali, Habraoui, Younes Ait Yassine, Ben Daraaoui, Youssef Ghallal y Yassine Lefrm. Todos fueron detenidos, aunque solo dos siguen bajo custodia.
Desde España, colectivos solidarios recuerdan que “no están todos liberados” y reclaman presión internacional. Exigen información sobre el paradero y estado de salud de los seis activistas aún detenidos —entre ellos Aziz Ghali y Abdeladim Ben Daraaoui—, el fin de las detenciones arbitrarias de palestinos en cárceles israelíes y la garantía de asistencia consular y legal para todos los participantes. Hasta el momento, las autoridades marroquíes no han emitido ningún comunicado sobre la situación de sus dos ciudadanos detenidos. Tampoco se ha confirmado si se están realizando gestiones diplomáticas para obtener su liberación.
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1 Comentarios
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hace 4 segundos
Pues que apoye al Frente Polisario le diferncia de sus apoyos en Madrid, que han vendido a los saharahuis y fingen preocuparse mucho por Gaza, para tapar la corrupción del gobierno de falsa izquierda.