Rupert Murdoch vive momentos convulsos. El nonagenario magnate de los medios de comunicación y dueño, entre otras cosas, de Fox News, aceptó hace unos días pagar 787,5 millones de dólares para evitar el juicio contra la empresa Dominion, fabricante de las máquinas de recuento electoral usadas en las elecciones de 2020, que le reclamaba en primera instancia 1,600 millones por haberles acusado en sus programas de manipular los resultados para favorecer a Joe Biden.

Aunque salvaron, cheque mediante, ese primer escollo, la cadena tiene pendiente otro juicio casi calcado por difamación contra la empresa Smartmatic, que les exige aún más dinero (2.700 millones de dólares) y que ya ha anunciado que no firmarán ningún acuerdo y pretenden llegar hasta el final. A todo ello se sumó este lunes otro problema añadido: la salida del presentador estrella de la cadena, Tucker Carlson, que fue anunciada a través de la compañía en un escueto comunicado.

"Le agradecemos su servicio como presentador y antes de eso como colaborador", se leía en la nota, donde también se detallaba que el programa de Carlson, que anteriormente llevaba su nombre, pasará a tener temporalmente el nombre de "Fox News Tonight" y será presentado por una rotación de varias "personalidades" de Fox, hasta que se nombre un reemplazo definitivo. 

La estrella de la cadena

Carlson presentó el último programa de "Tucker Carlson Tonight" el pasado 21 de abril, después de llevar al frente del formato desde 2016. Una etapa que le había servido para convertirse en el líder de audiencia y en la cara más reconocible de la Fox. Antes de eso había pasado por otras cadenas de noticias como CNN y MSNBC, y había sido copresentador de FOX & Friends Weekend durante cuatro años.

"Su salida es inesperada. El pasado viernes no dio ninguna pista de que sería su último programa. Y no tenemos muy claro si es algo pactado", explica Juan Luis Manfredi, catedrático Príncipe Asturias y profesor en la Georgetown University de Washington, que detalla el impacto que ha tenido hasta ahora la noticia en las cuentas de Fox News y lo que podría suponer para el gigante mediático a largo plazo.

"El modelo de negocio de Fox pivota sobre sus estrellas y comentaristas, y por eso la salida de Carlson es una mala idea. De hecho, a esta hora el valor de sus acciones ha caído, y apuntan unas pérdidas de 700 millones de dólares", apunta el catedrático. Y añade: "Otra cosa es que ese modelo sea sostenible en el largo plazo, porque con el pago a Dominion y la otra demanda que tienen pendiente estamos en un goteo constante que perjudica a Fox. Y quizás por eso hayan pensado que es mejor anticiparse, acometer salidas, descontar esas pérdidas y empezar de nuevo".

Es importante recordar que, en el marco del juicio entre Fox News y Dominion, se filtraron unos documentos que no dejaban bien parada a la cadena de noticias. En ellos se veía como varios de sus presentadores e incluso el propio Murdoch admitían que la teoría del amaño electoral de Trump era un sinsentido, y que sólo accedían a darle cobertura para no perder a la parte de su audiencia trumpista, que eran fieles seguidores de la cadena conservadora.

En las filtraciones también se ha visto involucrado Tucker Carlson, que llegó a asegurar en mensajes internos enviados a otros compañeros que «odiaba apasionadamente» a Trump, y calificó su comportamiento tras perder las elecciones como «repugnante». Además, se mostraba contento ante la posibilidad de poder comenzar a «ignorar» a Trump cuando saliera de la Casa Blanca.

Un discurso que, sin embargo, Carlson no tenía en antena cuando se dirigía a su audiencia en su propio programa. Hace poco, de hecho, llegó a defender incluso que el asalto al Capitolio que se produjo en 2021 por parte de partidarios trumpistas (que se creyeron la teoría del amaño electoral) había sido simplemente un «caos pacífico».

Para sustentar su argumento, emitió en primicia las imágenes de aquel día en su programa, realizando un montaje donde sólo se vieron los momentos más tranquilos de un altercado que causó cinco muertos, dejó dejó más de 700 detenidos y puso en jaque a la democracia estadounidense.

Un periodista para generar "ansiedad"

"Desde 2016 Carlson había sido la gran estrella de la Fox. Tenía un programa donde cada día era capaz de encontrar un problema que generara ansiedad en la opinión pública, muchas veces basado en cuestiones raciales, ataques xenófobos contra los inmigrantes y comentarios muy subidos de tono. Era algo poco adecuado para la tele generalista y con un estilo muy personal", asegura Manfredi.

El catedrático detalla que lo fiaba todo a su carisma y a un discurso muy agresivo: "Abría siempre el programa con un monólogo bastante largo con un tema de actualidad, siempre con ese toque picante, y luego tenía como invitados a personalidades republicanas. Representaba la piedra angular de la galaxia trumpista mediática. De hecho, el propio Trump había ido este mes a su programa para que le hiciera una entrevista".

Aún es pronto para calibrar cómo pinta el futuro para Carlson y para la Fox News. Pero a falta de saber los motivos exactos, la salida de su presentador estrella es una incógnita más para una cadena sumida en un mar de dudas y dirigida por un nonagenario que está por ver a cuál de sus hijos nombrará como heredero.

Cabe preguntarse también si Carlson fichará por cadenas aún más derechistas como OANN o Newsmax o tratará de hacer virar su carrera hacia otros destinos. Y también falta por saber si otras estrellas de Fox, como Sean Hannity o Laura Ingraham, seguirán su camino. "No sabemos si su salida es la primera de muchas. Pero lo que sí que creo es que la Fox va a crear a sus nuevas estrellas", concluye Manfredi.