La Cámara de Representantes estadounidense -en inglés, la House, una de las dos cámaras que componen el Congreso junto con el Senado- ha aprobado en la mañana de este jueves la ley ómnibus de Donald Trump, con la que el presidente conseguirá implementar buena parte de las medidas de su agenda. El magnate ha conseguido su objetivo por solo un voto y después de tener que acudir en persona al Capitolio para tratar de convencer a los republicanos díscolos, que no veían claro dar su visto bueno a una ley que aumentará el déficit y la deuda, ya en terreno pantanoso.

Las estimaciones apuntan a que la ley añadirá alrededor de 2,3 billones de dólares a la deuda a lo largo de la próxima década, según cálculos de la Oficina de Presupuestos del Congreso estadounidense. En consecuencia, el bono a 30 años cotizaba esta mañana al 5,15%, su máximo desde octubre de 2023, muy cerca de su máximo desde 2007 y 0,7 puntos por encima de su mínimo de abril, una subida descomunal en un periodo tan corto de tiempo. Hace poco más de una semana, la agencia de calificación Moody's rebajó la nota que otorga a la deuda pública estadounidense, que perdió así el último sobresaliente que le quedaba después de que Fitch y Standard & Poor’s optasen por lo mismo hace años.

"¡Mi 'una, gran y hermosa ley' ha sido aprobada en la Cámara de Representantes! ¡Esta es sin duda la norma más importante que nunca será firmada en la historia de nuestro país!", ha celebrado Trump la victoria en su red social, Truth Social. "La norma incluye RECORTES masivos de IMPUESTOS, quitar los impuestos a las propinas y en las horas extra, deducciones cuando compres un vehículo fabricado en Estados Unidos, junto con medidas de protección de la frontera más fuertes, subidas de sueldo para nuestros agentes de inmigración y frontera, financiación para la Cúpula Dorada, 'cuentas de ahorro Trump' para los bebés recién nacidos, ¡y mucho más!".

Los demócratas, sin embargo, han rebajado este entusiasmo. "Cuando os despertéis por la mañana, os daréis cuenta de que habéis votado para quitar la financiación a la Planificación Familiar -una organización sin ánimo de lucro que en EEUU facilita educación sexual y atención sanitaria- y para quitar la sanidad a 13,7 millones de estadounidenses. Cuando este país se despierte, habrá consecuencias", ha dicho esta madrugada en la Cámara la representante Alexandria Ocasio-Cortez, demócrata por Nueva York.

La ley implica un mayor gasto en el Ejército y en la seguridad de la frontera, así como importantes bajadas de impuestos, y ese aumento en el gasto se financiará, en parte, con recortes de Medicaid, el programa que garantiza la sanidad a los más vulnerables; con recortes en los programas de asistencia alimentaria, en educación y en energías limpias, además de aumentando el déficit. En otro análisis del Congreso, se apunta que la ley empeorará las condiciones de los estadounidenses más pobres mientras que aupará a los más ricos. Según el mismo estudio, alrededor de 10 millones de estadounidenses dejarán de tener seguro médico.

El largo camino hasta su aprobación

Que la norma saliese adelante era imprescindible para que Trump pudiese implementar su agenda, pero no era sencillo, porque aunque los republicanos son mayoría en la Cámara de Representantes y también en el Senado -que ahora deberá votar también la ley- los márgenes son pequeños, y un buen número de congresistas dudaban sobre si debían respaldarla.

Finalmente, han dado su voto 215 representantes, gracias a una serie de concesiones que incluyen más rebajas de impuestos y un corte más alto para acceder a Medicaid, frente a 214 que han votado en contra, grupo que ha incluido a dos republicanos. Otros dos han decidido no presentarse a la votación. A día de hoy, la Cámara la componen 220 republicanos y 212 demócratas, y cero independientes.

"Esta ley es una bomba de relojería para la deuda", ha dicho el congresista republicano Thomas Massie de Kentucky al explicar su oposición. "No estamos reorganizando las tumbonas del Titanic, estamos echando carbón a la caldera y marcando el rumbo hacia el iceberg". Senadores que piensan parecido a Massie han pedido cambio importantes en la ley para darle su voto, pero eso no será un problema hasta dentro de unos días. Hoy, los negociadores mostraban su alivio.

"Después de una semana muy larga y una larga noche e incontables horas de trabajo a lo largo del último año, muchas oraciones y mucho trabajo en equipo, amigos, ya es literalmente por la mañana en Estados Unidos", ha respirado el speaker de la cámara, Mike Johnson, que ha tenido que contener varias rebeliones dentro del partido para conseguir la victoria. "Tras cuatro largos años de los fracasos del presidente Biden, la agenda de América Primo del presidente Trump ya está aquí, y hoy avanzamos hacia eso".