El enorme bombardeo con 125 aviones, un submarino y 75 proyectiles, 14 con bombas de casi 14.000 kilos, que Estados Unidos lanzó el sábado por la noche -la madrugada del domingo en España- sobre tres instalaciones nucleares de Irán no implica que quiera entrar en guerra, según la Administración de Donald Trump. “¿Estamos ahora en guerra con Irán? No, no lo estamos”, ha dicho este domingo el secretario de Estado, Marco Rubio, en una entrevista en televisión. 

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"No hemos atacado la nación de Irán. No hemos atacado a ningún objetivo civil. Ni siquiera hemos atacado objetivos militares más allá de las tres instalaciones de armas nucleares que pensamos que eran importantes para conseguir nuestro objetivo de evitar que Irán consiga un arma nuclear", ha tratado de convencer de lo mismo el vicepresidente de EEUU, JD Vance, en una entrevista con la televisión ABC.

"Esta no es una guerra contra Irán", ha tratado de explicar Rubio. "Esto es muy simple. Hace 67 días el presidente de Estados Unidos envió una carta a los iraníes que decía 'no vais a tener armas nucleares, no vais a tener un programa nuclear militarizado. Vamos a negociar. Quiero hacer esto diplomáticamente. Quiero hacer esto pacíficamente'. Intentaron seguirnos el juego de la misma manera que han seguido el juego a cualquier presidente de los últimos 35 años. Y el presidente se lo dijo: si no conseguimos un acuerdo, que era lo que él quería, tendré que gestionar esto de una forma diferente. Y eso es lo que hizo anoche, lo gestionó de una forma diferente”, remarcó el máximo responsable de la política exterior de EEUU.

"El presidente se lo dijo: 'si no conseguimos un acuerdo, tendré que gestionar esto de una forma diferente'. Y es lo que hizo anoche"

Estados Unidos lleva desde que anunció los bombardeos tratando de convencer de que ha “destruido” las instalaciones nucleares de Irán, aunque el jefe del Estado Mayor de los Estados Unidos, Dan Caine, este domingo evitó pronunciar esa frase. Y al mismo tiempo, insiste en que no quiere entrar en guerra con Irán, y que por eso el ataque fue "fue intencionadamente limitado". Mientras, el mundo tiembla: el miedo a una fuerte escalada del conflicto provocada por una espiral de ataques de represalia es tangible. Pero las condenas de diferentes países extranjeros no parece que puedan ser suficientes para parar lo que podría ser una inminente guerra.

La estrategia: convencer a Irán de que si responde será peor

Una de las estrategias con las que Estados Unidos parece querer frenar a Irán es convenciéndolo de que si devuelve el golpe las consecuencias serán terribles. "Animo a los estadounidenses a rezar por nuestros compatriotas en Oriente Medio, porque sí, están bajo un nivel importante de amenaza ahora mismo”, dijo en la misma entrevista Vance, veterano de la guerra de Iraq e aislacionista -defiende que EEUU no debe meterse en guerras en el extranjero-. “Pero por supuesto que si los iraníes nos atacan se van a encontrar una fuerza abrumadora”. 

En su opinión, los ataques fueron “muy preciso” hacia su objetivo “y si Irán decide expandir esto es su decisión, y el presidente de Estados Unidos responderá”. De la misma manera, mantiene que Estados Unidos no ha decidido atacar a Irán unilateralmente, sino que ha sido Irán quien ha provocado el ataque, teóricamente, negándose a negociar y continuando adelante con una carrera nuclear que EEUU ya había avisado que no permitiría -no han explicado, no obstante, por qué han decidido atacar ahora, dado que los últimos informes de la inteligencia estadounidense apuntaban a que Irán aún estaba a años de conseguir una bomba nuclear-.

“Esto ha sido una elección de Irán, nosotros no hemos tomado la decisión”

Marco Rubio ha dedicado el día a dar entrevistas en medios repitiendo el mismo argumentario. “Esto fue una elección de Irán, nosotros no tomamos esa decisión, fueron ellos. Jugaron con Donald Trump y cometieron un enorme error. Y creo que el mundo hoy es más seguro y más estable de lo que era hace 24 horas. Y un montón de esos países que están publicando comunicados condenándolo, en privado están de acuerdo con nosotros, creen que esto tenía que hacerse. Los únicos en el mundo que no están contentos con lo que pasó anoche en Irán es el régimen en Irán”.

"El presidente Trump ha hecho al mundo un favor", ha insistido, asegurando que Irán es el mayor patrocinador de terrorismo del mundo y recordando atentados como el de 1983 en la embajada estadounidense en Beirut que mató a 241 estadounidenses.

El núcleo MAGA enfurece

“Las principales instalaciones de enriquecimiento nuclear de Irán han sido destruidas total y completamente”, dijo Trump tras los ataques en una rueda de prensa desde la Casa Blanca. “Irán, el acosador de Oriente Medio, debe ahora hacer la paz. Si no lo hace, los futuros ataques serán mucho mayores y mucho más fáciles".

El cambio de posición de Trump que ahora parte de sus seguidores critican ha sido asombroso. Durante su campaña electoral, el ahora presidente criticó sin pausa a la Administración de Bush por la guerra de Irak, insistió en que acabaría las guerras de Gaza y de Ucrania y que con él, era era de "guerras sin fin" terminaría.

Conocedor de esas promesas, el presidente no ha tardado en tratar de convencer de que el bombardeo contra Irán solo busca la paz, esa paz que él siempre ha buscado, según proclama.

Con su devastador ataque a Irán -aunque aún no está claro cuánto daño ha hecho a sus capacidades nucleares- Trump corre el riesgo de llevar a Estados Unidos y al mundo a una guerra mucho mayor y mucho más larga, aunque trate de insistir en que no es lo que busca. Entre los seguidores de Trump que han respaldado la decisión de golpear a Irán están Charlie Kirk, el influencer y líder de los jóvenes MAGA, escribió este domingo que Irán no ha dejado otra opción a Trump. "Durante décadas ha insistido en que Irán nunca conseguirá un arma nuclear. Irán decidió renunciar a la diplomacia en búsqueda de la bomba".

Pero esa no ha sido la única postura entre los republicanos. "No conozco a nadie en Estados Unidos que haya sido víctima de un crimen o asesinado por Irán, pero conozco a mucha gente que ha sido víctima de crímenes cometidos por criminales inmigrantes ilegales o ASESINADOS por cárteles y drogas o fentanilo chino. Casi todo el mundo en este país puede sentirse identificado con este hecho", ha publicado en X, enfadada, la representante Marjorie Taylor Greene, posiblemente la republicana más conocida del Congreso, que habitualmente es acérrima a las ideas y posiciones de Trump.

"Sin embargo, Estados Unidos no ha lanzado bombas destructoras de búnkeres sobre los sofisticados túneles de la droga de los cárteles. Los neoconservadores belicistas están tocando tambores de guerra y actuando como tipos duros por ir a la guerra contra países que la mayoría de los estadounidenses nunca han visto y no pueden situar en un mapa, pero nunca encuentran el valor para ir a la guerra contra los verdaderos terroristas que realmente matan a estadounidenses, invaden nuestra tierra y hacen MILES DE MILLONES haciéndolo día tras día y año tras año".

"Mis hijos tienen 22, 25 y 27 años. Me molesta más allá de lo comprensible que la generación de mis hijos no pueda permitirse comprar una casa, no pueda permitirse un seguro [médico, se entiende] y tengan tan poca esperanza en su futuro. Los estadounidenses están agotados de todo esto y tienen razón. Y esto no es deslealtad. Tener pensamiento crítico y tener mis propias opiniones es la cosa más estadounidense del mundo".

En su misma línea están el exasesor de Trump Stephen K. Bannon y el expresentador de Fox y ahora host de un conocido podcast Tucker Carlson. Algunos republicanos, incluso, se han unido a los demócratas a la hora de asegurar que solo el Congreso puede declarar una guerra y que el presidente no puede llevar a cabo operaciones militares en el extranjero sin la aprobación de la Cámara, algo que la Administración rechaza al considerar, de nuevo, que no se trata del inicio de una guerra, sino de un ataque limitado.

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