"El Girona venga a Puigdemont en Montilivi (2-1)". Es uno de los titulares más destacados de la portada del diario independentista elnacional.cat en una tranquila tarde de domingo, cuando todavía se perciben los ecos de las voces de las cientos de miles de personas que han dicho rotundamente en Barcelona "Cataluña somos todos".

El soberanismo necesita algún éxito que llevarse a la boca. Sea una meritoria victoria futbolística contra el Real Madrid -al que se considera como el equipo español por excelencia-; un titular en un periódico británico (elMón utiliza en su apertura un artículo de The Independent sobre la "exitosa economía catalana"), o un incidente (la bronca de un grupito de ultras con los Mossos frente al Palau de la Generalitat, la gran noticia del día para El Punt Diari) para hacer olvidar a sus seguidores lo fundamental: ¿qué ha sido de la República independiente de Cataluña proclamada el pasado viernes?

Es el primer domingo del advenimiento de la independencia y resulta que lo más relevante a reseñar de la agenda del presidente de la nueva república es que Puigdemont ha acudido a una exhibición del castells en la Plaza del Vi de Girona.

¿Dónde están las declaraciones de presidentes y primeros ministros de todo el mundo reconociendo que una nueva nación ha llegado al mundo? ¿Cuál ha sido el mensaje del presidente de la República a sus conciudadanos sobre el prometedor futuro que les espera?

Resulta patético que lo más sonado de este primer domingo de la Cataluña independiente sea que el Girona le ha ganado al Real Madrid

Nadie se hace esas preguntas porque, en realidad, nadie se creía que la cosa iba en serio. Pero iba en serio. A pesar de los trucos, como la votación en secreto con dos votos en blanco para evitar el procesamientos de los 70 diputados que dijeron "sí" a la proclamación de la República -aunque esto era algo que sólo se decía en el preámbulo de la declaración aprobada-; a pesar de que algunos consellers se nieguen a aceptar la realidad y digan que acudirán a sus despachos como si nada. Sí, se han producido hechos que no se pueden pasar por alto y que no se pueden ocultar con frívolas astucias.

La Justicia no va a seguirles el juego. Hay responsabilidades e indicios claros de graves delitos. La fiesta no puede terminar con un reparto de caramelos.

¡Despierten de una vez! En Cataluña se acaba de aplicar el artículo 155 de la Constitución. Con el consenso del PP, PSOE y Ciudadanos. Puigdemont ya no es el president y los Mossos tienen un nuevo jefe que les ha comenzado a dar órdenes bajo la legalidad constitucional. Los que quieran seguir jugando, que lo hagan. Pero la realidad es que la administración de la Generalitat está en manos de los ministros del gobierno.

El domingo 29 de octubre no entrará en los libros de Historia como el primer domingo de la independencia, sino como el primer domingo del 155. Y las masas que han salido a la calle no lo han hecho para jalear la naciente República, sino para apoyar la unidad de España.

Lo que le queda ahora al independentismo, desde el punto de vista político, es dilucidar si acudirá a las elecciones del 21 de diciembre y si los partidos que lo apoyan acudirán a las urnas juntos o por separado.

Las aguas no bajan precisamente calmadas por la torrentera soberanista. Separados existe el riesgo de hundimiento del PDCat -cuyos elementos moderados ya tienen preparado el lanzamiento de un nuevo partido que no huela a Junts Pel Sí-. A Junqueras le gustaría que ERC fuera en solitario para convertirse en el presidente de la Generalitat, si es que el independentismo supera los 68 escaños. Pero, desde la vida civil separatista, léase la ANC y Òmnium, reclaman su trozo de pastel en forma de huecos en la candidatura que ha de encarar este nuevo reto.

Los próximos días van a ser movidos. Los plazos corren y el próximo día 7 las coaliciones deben estar presentadas formalmente ante la Junta Electoral. No hay mucho tiempo que perder.

Se hablará de cuotas de poder, puestos en las listas, etc. En fin, de cosas nada épicas, como sería, por ejemplo, el próximo viaje oficial del president de la República catalana para entrevistarse con Angela Merkel.

Mientras tanto, hay que conformarse con lo que hay. Carles Puigdemont no quiso dejar pasar la oportunidad para glosar en su cuenta de twitter lo más sonado de este segundo día de la gloriosa República catalana: "Gran @gironaFC guanyant 2-1 al "@realmadrid a Montilivi (¡i el día de Sant Narcís!) Enhorabona, i seguim!"