Un aburrido debate se vivió el domingo en La Sexta, sin claros ganadores ni perdedores y centrados en el monotema del procès separatista. Candidatos tensos y cansados; muy encorsetados en un modelo de discusión política hermético y apasionante, pero con los nervios a flor de piel, lo que produjo que al final la presión mediática pasase factura a todos ellos, con un claro perdedor y un empate técnico entre Albiol, Arrimadas e Iceta. Quien mejor solventó la papeleta fue Xavier Domènech, a mi parecer.

En este tipo de debates todos los participantes tienen mucho más a perder que a ganar, y el domingo quien perdió claramente fue Carles Mundó. El portavoz de ERC fue el sustituto de Marta Rovira, la presunta candidata a la Generalitat que ha sido apartada del foco mediático tras su vergonzoso debate en un cara a cara con Inés Arrimadas que dirigió con maestría Jordi Evole.

Más allá del debate, que no aportó nada nuevo y sí fue el fiel reflejo de la polarización de la sociedad catalana, quiero destacar al personaje Carles Mundó. Abogado de Vic, fundador de la organización separatista Drets y durante tiempo consejero de Justicia del depuesto gobierno golpista de Carles Puigdemont. La asociación que fundó el presunto delincuente, Carles Mundó, fue la que me presentó una querella en nombre del actor Toni Albà, por unos supuestos insultos y amenazas que supuestamente publiqué en Facebook.

Justo empieza a saberse ahora de las formas mafiosas con los que los dirigentes del procés han regido la Generalitat catalana

El asunto judicial fue archivado rápidamente por la justicia catalana, sin embargo, sirvió de base para una enorme campaña de comunicación en los medios públicos catalanes (Tv3, Catalunya Ràdio) y en algunos privados (especialmente entre el “Grupo Godó”) para urdir una enorme campaña insultante contra mi persona y la asociación que fundé y presidí, Societat Civil Catalana.

Ayer se publicó en un medio periodístico que los Mossos d'Esquadra espiaron durante años a todos los catalanes que se distinguieron en su lucha contra el separatismo. “Pero se cebaron con especial intensidad en uno de sus líderes: el que fuera presidente de la organización constitucionalista hasta 2015, Josep Ramon Bosch. Así consta en uno de los informes que los Mossos pretendían destruir en una incineradora de Barcelona el 26 de septiembre y que la Policía Nacional consiguió interceptar”. La información, por lo que vamos conociendo, de la querella que se presentó contra mi estaba presuntamente basada en los informes elaborados ad hoc por los servicios paralelos de las cloacas pestilentes de la Generalitat, al mando del cual, parece ser, ha estado el muy honorable Josep Lluís Trapero, el capo de los Mossos.

Justo empieza a saberse ahora de las formas mafiosas con los que los dirigentes del procés han regido la Generalitat catalana, y pronto sabremos las conexiones políticas y periodísticas entre los servicios de espionaje de la Generalitat y los fondos reservados que han usado para espiar a ciudadanos libres de nacionalismo. Pero en Cataluña hay todavía mucho miedo y justo ahora comienzan a destaparse las formas mafiosas. Pero esto será largo, muy largo.