Poniéndonos en la piel de los inversores que en los últimos tiempos han preferido no incluir a los bancos españoles dentro de sus carteras y tratando responder si es buen momento, a lo largo de las siguientes líneas esbozamos las principales razones que en Mirabaud nos han hecho cambiar la visión negativa que teníamos sobre el sector financiero español y afirmar que sí, ahora sí vemos que es un buen momento de entrar en banca.

Vaya por delante que la respuesta a la pregunta que planteamos no es sencilla. La evolución en bolsa de un banco, como de cualquier compañía de otro sector, depende de elementos ajenos a su propia actividad. Pero hemos observado factores que nos hacen pensar que la recomendación de no inversión que veníamos manteniendo desde 2017 tiene cada vez menos cabida. De hecho, creemos que podemos estar encarando el año en el que los bancos españoles pueden empezar a despuntar en bolsa y tirar en parte del índice español. En nuestra opinión, existe un conjunto de argumentos que nos hace mirar con ojos más positivos al sector bancario español de cara a este 2018.

En primer lugar, en Mirabaud opinamos que la corrección en bolsa que necesitábamos ver ya ha llegado. Desde el año pasado, en nuestras notas a clientes veníamos apuntando que las valoraciones de los bancos domésticos reflejaban en parte una recuperación del sector (tanto desde el punto de vista de rentabilidad como de fortaleza de sus balances) que todavía se nos antojaba algo lejana. Actualmente, y tras la corrección vivida en bolsa, creemos que las valoraciones empiezan a ser mucho más razonables y nos aventuramos a afirmar que tiene sentido jugar la recuperación del sector bancario español con la actual relación riesgo-beneficio.

El escenario de subida de tipos está más cercano en el tiempo que hace un año

De otro lado, no cabe duda que el -ansiado-escenario de subida de tipos está más cercano en el tiempo que hace un año. Cabe destacar que el sistema bancario español será uno de los más beneficiados cuando el BCE decida cambiar la actual política de tipos bajos, dado el elevado peso que el componente crediticio tiene en sus balances y, en especial, aquellos créditos a tipo variable que se repreciarán al alza con cierta rapidez. Pero, obviando este efecto positivo que, en realidad, desconocemos cuándo se producirá exactamente, el mercado ha demostrado que cada cierto tiempo apuesta por un cambio de expectativas de tipos que hace evolucionar muy positivamente a los valores domésticos. En este punto, creemos que conviene estar preparado por si se produce un nuevo intento de jugar el reflation trade en los bancos domésticos.

La tercera razón, y probablemente una de las más importantes, que nos hace ser optimistas es que no vislumbramos a lo largo de este año elementos negativos que lastren la cotización de las acciones de los bancos españoles. Creemos que los posibles vientos de cara están, de alguna forma, reflejados en el precio y, sin embargo, ponemos en valor los primeros síntomas de recuperación del crédito en España, el elevado ajuste llevado a cabo los últimos años en materia de optimización de oficinas y empleados, y los notables esfuerzos realizados para mejorar los ratios de solvencia y de morosidad desde la crisis por parte de las entidades españolas.

Por último, vemos que podemos estar a las puertas de una nueva ronda de consolidación en el sector, a nuestro modo de ver, diferente a las anteriores. Tras el severo ajuste de entidades que se ha producido desde la crisis, en Mirabaud creemos que aún existe cierta probabilidad de que pueda continuar esta concentración bancaria en España, incluso este año podemos ver alguna operación. Pero pensamos que la naturaleza de las adquisiciones que se produzcan será diferente de la que hemos visto en el pasado; creemos muy factible que pueda conllevar una prima por compra frente a la cotización actual, ya que los incentivos de las entidades por adquirir otros bancos resultan ser diferentes a lo vivido previamente.

Hay que poner en valor los primeros síntomas de recuperación del crédito en España

¿Y cuáles serían los mejores candidatos para jugar esta recuperación del sector? Pues bien, aquí lo tenemos bastante claro. Seguimos viendo a Santander como la mejor opción para 2018, pues adicionalmente al reflation trade que se puede jugar de forma selectiva en el sector, la entidad tiene un conjunto de aspectos positivos que hacen su historia única en el actual contexto de mercado: la buena marcha de la macro en Latinoamérica, especialmente en Brasil; la compra del Popular, que podría generar un gran valor para el grupo; y la mejora de países como Reino Unido y Estados Unidos, que podrían comenzar a mostrar síntomas más positivos. En el plano doméstico, nos decantamos por Caixabank, Sabadell y Liberbank.

Caixabank es, probablemente, uno de los modelos de banca por excelencia en España, complementado con un negocio asegurador único. Esto, unido a diversas actuaciones que creemos puede llevar a cabo este año su equipo directivo y de gestión, como el anuncio de un plan de reducción de costes en su Investor Day, una reducción acelerada de activos improductivos o la desinversión en alguna de sus participadas, podría suponer un catalizador para que el valor sea uno de los ganadores en bolsa este año.

En el caso de Sabadell, creemos que la sólida posición de capital podría facilitar la puesta en marcha de un nuevo plan de reducción acelerado de activos improductivos, que junto a la mejora de la rentabilidad, debería permitir que la acción cerrará el gap de valoración existente frente a sus comparables domésticos. Con respecto a Liberbank, creemos que presenta aún un potencial atractivo desde el punto de vista de valoración, en una entidad que sería de las más beneficiadas en un escenario de tipos al alza y en el que la cuenta de resultados ya comienza a reflejar una mejora progresiva de rentabilidad.

Sí. Sin duda, es el momento de entrar en banca española.


Gonzalo López Eguiguren, analista de Mirabaud Securities especializado en Sector Financiero