Este fin de semana hemos asistido al anuncio de los cabezas de lista de las principales fuerzas políticas para las elecciones generales del 28 de abril. Poco que objetar a que cada líder intente hacer su propio equipo de futuro, exactamente igual a como hicieron sus antecesores, siempre y cuando ese proceso no parezca el mercado de fichajes de invierno, como en el fútbol, o se aproveche para hacer una purga de desafectos.

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