A mí me salió una vez mi picha en la televisión, ahí toda puesta, en una foto vertical, como un cactus carnívoro. No sé qué foto o película estábamos buscando, ahora que todos los dispositivos de la casa están conectados, pero el caso es que ahí salió, entre paisajes o cenas o fotogramas, el primer plano de mi picha, con luz más de quirófano o de matadero que de sensualidad. La verdad es que esas cosas pierden la gracia cuando las sacas de su momento. Menos mal que sólo estábamos mi señora y yo cuando apareció. No soy de hacer eso, no se crean, pero una vez sí me dio por probar. Esa foto, ya olvidada, había vuelto un día cualquiera y nos asustaba en el salón como un payaso de resorte o un monstruo de armario.

Para seguir leyendo Regístrate GRATIS