El pulso, o mejor dicho, la batalla, está siendo larga pero no tengamos la menor duda de que se ganará. Me refiero al comportamiento y a las decisiones que algunos tribunales de países miembros de la UE y , ayer mismo, del Parlamento europeo, están tomando respecto de los dirigentes independentistas juzgados y condenados y de los huidos de la Justicia española. Pero el tiempo acabará dando la razón a la ley y a los tribunales españoles.

Los casos de Puigdemont y de Comín son distintos del de Oriol Junqueras porque éste sí que cumple pena de prisión con una condena de 13 años por los delitos de sedición y malversación. En los dos primeros casos el procedimiento es más largo y su resolución es por lo tanto más lejana.

No sucede lo mismo con el señor Junqueras. El caso es que ayer mismo, día de Reyes en nuestro país, el Parlamento europeo notificaba que se disponía a "tomar nota" el próximo 13 de enero de las elecciones como eurodiputados de Puigdemont, Comín y, atención, también de Oriol Junqueras.

Parece evidente que el Parlamento ha ignorado de plano la resolución de la Junta Electoral Central de España en el sentido que, dado que el señor Junqueras está cumpliendo pena de prisión y está privado de libertad, con arreglo a lo contenido en la Ley Electoral española éste queda inhabilitado para todo cargo público durante el tiempo que dure su condena.

No tiene nada de sorprendente que en el Parlamento europeo hayan decidido orillar a la Junta Electoral en espera de la decisión de nuestro Tribunal Supremo

Pero no nos pongamos nerviosos: para empezar, no está claro que el Parlamento europeo haya recibido la notificación oficial por parte de la Junta Electoral Central de su resolución. De hecho, hay versiones contradictorias sobre este punto concreto. Habrá que esperar, pues a confirmar este extremo.

Pero también hay que considerar otros aspectos relacionados con el asunto. Y uno de ellos es político. Habida cuenta del modo en que ha sido recibido por el propio partido en el Gobierno -insisto: en el Gobierno- esa decisión de la JEC y la descalificación que una de las más destacadas representantes del PSOE, como es la señora Adriana Lastra, de la propia efectividad ejecutiva de esa decisión-recuérdese que subrayó que la JEC "es un órgano meramente administrativo, no es un órgano jurisdiccional"- no tiene nada de sorprendente que en el Parlamento europeo hayan decidido orillar a la Junta Electoral en espera de la decisión de la Sala Segunda de nuestro Tribunal Supremo.

Puede perfectamente ser ésta una medida precautoria que trate de evitar que se acabe acusando al propio Parlamento de cercenar los derechos de los diputados electos. Porque lo que no van a hacer los servicios de la cámara de Estrasburgo es ponerse a discutir el grado de autoridad ejecutiva que tiene este órgano español. Y, vista la polémica que se ha organizado en España con este motivo, no podemos sorprendernos ni mucho menos rasgarnos las vestiduras por esta posición del Parlamento europeo.

Otra cosa será lo que se derive del escrito que la Sala Segunda del Tribunal Supremo haga público sobre el recurso planteado por la defensa del señor Junqueras. Personalmente, no albergo la menor duda de que los magistrados del Alto Tribunal van a establecer que el líder de ERC está inhabilitado para ejercer cualquier cargo público, incluido el de eurodiputado, por la sencilla razón de que está condenado a una pena de privación de libertad.

Éste sí que es un planteamiento indiscutible. También lo es, o lo era, el de la Junta Electoral Central pero, dado que ha sido desautorizado de hecho tras haber sido degradado a un mero "órgano de la Administración" por parte del partido en el Gobierno, debemos entender que los servicios del Parlamento opten por esperar al comunicado del alto tribunal español antes de pillarse los dedos por tomar una decisión que podría verse en su contra por vulneración de los derechos fundamentales de un diputado electo. Y ése es un precio que comprensiblemente no están dispuestos a pagar los servicios de la Eurocámara.

Nada sucede gratis, todo tiene sus efectos en la vida política. Y la posición pública de la señora Lastra y la asunción por parte del PSOE de que la JEC ha sido el brazo ejecutor de la derecha intransigente, acusación que se ha producido en público y en sesión parlamentaria y que nadie en el Gobierno, por supuesto no el presidente Sánchez, se ha tomado la molestia de desmentir, produce estas cosas que ahora estamos viendo.

Pero no va a pasar mucho tiempo antes de que la Sala Segunda haga pública su respuesta al recurso de Junqueras. Si no es en esta semana, será al principio de la que viene. De modo que tranquilos, que Junqueras no va a ejercer como eurodiputado. Eso seguro.

El pulso, o mejor dicho, la batalla, está siendo larga pero no tengamos la menor duda de que se ganará. Me refiero al comportamiento y a las decisiones que algunos tribunales de países miembros de la UE y , ayer mismo, del Parlamento europeo, están tomando respecto de los dirigentes independentistas juzgados y condenados y de los huidos de la Justicia española. Pero el tiempo acabará dando la razón a la ley y a los tribunales españoles.

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