Lo lógico, casi lo inevitable, es que Iván Redondo pase a ser el individuo más odiado por todos los departamentos ministeriales porque tiene lo que antiguamente se llamaba "vara alta", es decir, autoridad sobre absolutamente todos los aspectos que incumben al presidente, que son precisamente la totalidad de lo que supone la tarea de gobernar el país.

Para poder acceder a este y otros contenidos debes de ser suscriptor.

Opciones de suscripción

¿Todavía no estás seguro? Consulta aquí todas las ventajas de suscribirte a El Independiente.

¿Ya eres usuario Premium?

Identifícate