Pablo Iglesias habló de cloacas, de patria, de poder popular y de gente que va a ir a la cárcel, en lo que no sé si es una enumeración, una gradación, una serie causal o una simple acumulación de estribillos, un popurrí de su política ska (el ska es esa música que suena a charanga con cabra pero también con punki). A los de la cárcel parecía que los señalaba con un tridente. A lo mejor su vicepresidencia es la vicepresidencia de los calderos hirviendo o de los truenos de castillo, y por eso vemos que se le está afilando una perilla de demonio de carnaval vienés o de Drácula de los números de Barrio Sésamo.

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