Sánchez ya nos ha dicho que no tengamos miedo al virus, que salgamos a la calle, que chancleteemos en el verano. Parecía una hawaiana falsa de crucero de jubilados. Uno ya está prevenido sobre las cosas que dice Sánchez, y más si lo dice como un muñeco de salpicadero, pero además estoy por aventurar que este concepto del rebrote es, de nuevo, más político que epidemiológico, otro invento como la “desescalada” o la “nueva normalidad”, que ya lleva el alivio en el nombre. Verán ustedes, como yo, que sigue habiendo casos sin rebrote correspondiente, pero eso debe de ser algo así como ver un conguito solitario, algo imposible y además sedicioso.

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