En esta última semana, a punto ya de ver su fin, complicadísima al igual que las 28 que la han precedido, cuando al gobierno de Pedro Sánchez no le quedó más remedio que decretar el Estado de Alarma por primera vez, los españoles hemos tenido un balón de oxígeno. Rafael Nadal, el hombre que puede ya, sin discusión alguna, ser calificado como el mejor deportista español de todos los tiempos, se alzaba, nada más y nada menos... ¡que con su decimotercera ensaladera en Roland Garros y su vigésima victoria en un Grand Slam! Increíble, pero cierto.

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