Luis Bárcenas, gerente del PP desde junio de 1990 hasta junio de 2008, y tesorero del mismo partido desde junio de 2008 hasta julio de 2009, lleva desde 2013 "tirando de la manta". Pero la manta ya no da más de sí, por mucho que su abogado, Gustavo Galán, crea que la estrategia de "dosificar" la información puede tener una recompensa en la Fiscalía en forma de reducción de penas para su defendido o para la esposa de éste, Rosalía Iglesias.

El pasado 2 de febrero, Bárcenas entregó un escrito ante la Fiscalía Anticorrupción en el que justifica su disposición a colaborar con la Justicia por el incumplimiento de una "promesa" por parte del PP de que su mujer no entraría en prisión. Aquel hipotético compromiso, que le llevó, según sus propias palabras, a "firmar la paz" con dicho partido, retirando una denuncia por la destrucción de su ordenador y otra por la reclamación de sus "pretensiones laborales", se rompió el día que Rosalía ingresó en prisión, el pasado 8 de noviembre, para cumplir una condena de 13 años de cárcel.

Así que nuestro hombre, que se ha confesado responsable de la contabilidad B del PP, que reflejaba los ingresos que empresas y particulares entregaban en dinero negro al partido a cambio —en algunos casos— de concesiones públicas, y que amasó una fortuna fuera de España que alcanzó los 47 millones de euros, se presenta ahora como el hombre justiciero que es capaz de todo por el honor y la libertad de su esposa. Vamos, como si fuera todo un caballero.

Lo peor, para el ex tesorero popular, es que la pólvora que ahora exhibe está mojada y no provoca ni un leve ¡puf! que pueda asustar a los amenazados y que es, además, de dudosa efectividad frente a la Fiscalía.

Los hechos. Afirma Bárcenas que él y "don Mariano Rajoy", a principios de 2009, tuvieron "una reunión en su despacho, en el que le mostré los papeles de esa contabilidad B, espetándome que no podía seguir conservando toda esa documentación comprometedora, que terminó, personalmente, destruyéndola en la máquina destructora de papeles, sin saber que yo guardaba copia de la documentación, gran parte de la cual me ha sido sustraída del estudio de mi mujer cuando entraron a robar en el mismo".

En 2013 Bárcenas ya le dijo al juez Ruz que Rajoy había destruido las pruebas de la contabilidad B del partido. Pero entonces dijo que lo que destruyó fue una copia; ahora dice que la copia la tenía él

Pero esa bomba ya estalló el 15 de julio de 2013 cuando Bárcenas declaró ante el juez Pablo Ruz. El magistrado que entonces instruía la causa en la Audiencia Nacional le preguntó ese día al ex tesorero si en la reunión —que entonces aquel situaba en marzo de 2010, un año después de lo que ahora dice— Rajoy le entregó un original o una copia. Bárcenas responde: "Sí, una fotocopia". Entonces Ruz le interrumpe: "Y dice que se destruyó en su presencia". Bárcenas responde: "Y él la metió en la destructora de papeles y destruyó el documento".

Al margen de ese despiste de las fechas, el dato fundamental es que ante Ruz declaró que entregó a Rajoy una "copia" y ahora afirma que le entregó "los papeles de la contabilidad B" y que era él el que tenía una copia. A un mentiroso se le coge antes que aun cojo.

Naturalmente, a Ruz no le podía decir que Rajoy destruyó los papeles, porque esos papeles, los originales, ¡se los entregó ese mismo día al magistrado!

Lo mínimo que podía haber hecho el abogado del ex tesorero es leerse lo declarado por su defendido en la Audiencia Nacional para no entrar en contradicciones.

Probablemente, tanto la versión de que Rajoy destruyó una copia como la que mantiene ahora Bárcenas de que hizo desaparecer los originales de la contabilidad B sean igual de falsas. Ni había destructora de papeles en aquel despacho ni Rajoy hubiera sabido cómo coño funciona un artilugio como ese.

En todo caso, incluso aunque fuera cierto, lo declarado ante Ruz ¡hace más de siete años! no derivó en ninguna acusación contra el entonces líder del PP.

La otra bomba con la que amenaza el tesorero es la existencia de una supuesta grabación del tesorero al que él sustituyó, Álvaro Lapuerta, en la que éste le comenta a una persona de su confianza las entregas en metálico a líderes del partido, entre los que estaría Mariano Rajoy.

Se supone que esa grabación no fue sustraída por los chicos de la Kitchen ¿Se les olvidó robarla o es que acaso Bárcenas tenía otro escondrijo donde atesoraba sus pruebas incriminatoria contra el que fuera su jefe?

En 2013 yo era vicedirector de El Mundo. Tuve en mis manos los papeles originales de la contabilidad B, que fueron publicados por el periódico, y que, posteriormente Bárcenas entregó a Ruz. Por aquellas mismas fechas Bárcenas pasó al periódico los mensajes de su móvil en los que aparecían las conversaciones con Rajoy y aquella frase que le perseguirá toda la vida. "Luis, sé fuerte".

Si Bárcenas hubiera tenido esa grabación, no les quepa duda que nos la hubiera entregado porque entonces sí que quería tirar de la manta, odiaba a Rajoy y estaba dispuesto a todo.

La estrategia de amenazar con revelaciones escandalosas no es nueva en su actual abogado. Eso hicieron otros de sus defendidos, como Isabel Jordán (ex administradora de empresas de la trama Gürtel), Arturo González Panero El Albondiguilla (ex alcalde de Boadilla) y Guillermo Ortega (ex alcalde de Majadahonda), quienes ya hace casi un año prometieron dar información a la Fiscalía suficiente como para enchironar a Esperanza Aguirre, ex presidenta de la Comunidad de Madrid. Todavía estamos a la espera de que esas bombas estallen.

La estrategia de Galán es más mediática que jurídica, pero, en todo caso, es torpe. Lo demostró ayer en la entrevista con Alsina en Onda Cero. ¿Cómo se puede decir que se va a "dosificar la información" en función de una estrategia procesal? Espero que la Fiscalía no colabore con esa estrategia de "dosificación" y le reclame ya al condenado todas las pruebas que tenga en su poder para avanzar en la investigación de las distintas piezas que afectan al PP.

Yo animo a Bárcenas a seguir tirando de la manta. Pero que no cuente más milongas. Por ejemplo, le insto a que cuente de dónde salieron los 47 millones de euros que evadió a Suiza. O bien que diga de una puñetera vez si ese dinero es sólo suyo o de alguien más.

En fin. Estamos ante una burla urdida para hacer daño al PP en plena campaña electoral catalana. A Bárcenas y a su abogado se les ve el plumero. No creo que la Fiscalía pique en una estrategia tan burda.

Luis Bárcenas, gerente del PP desde junio de 1990 hasta junio de 2008, y tesorero del mismo partido desde junio de 2008 hasta julio de 2009, lleva desde 2013 "tirando de la manta". Pero la manta ya no da más de sí, por mucho que su abogado, Gustavo Galán, crea que la estrategia de "dosificar" la información puede tener una recompensa en la Fiscalía en forma de reducción de penas para su defendido o para la esposa de éste, Rosalía Iglesias.

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