Uno de los portavoces del Emirato Islámico de Afganistán, el doctor M. Naeem, ha informado este martes de que una delegación política de la nueva administración se había reunido con el embajador de la República Popular de China en Qatar, Zhou Jian. En dicha reunión, el embajador ha anunciado que China tenía intención de enviar ayuda humanitaria a Afganistán. Casi al mismo tiempo, el embajador chino en las Naciones Unidas, Geng Shuang, comparecía para indicar que el gobierno de Pekín condenaba firmemente los atentados de Kabul, que demostraban que los terroristas no habían sido eliminados del país.

Además, instaba a los países a combatir todas las organizaciones terroristas tal como se ha requerido en múltiples leyes y resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Finalmente, mostraba la predisposición de China a coordinar dentro de Afganistán, mediante misiones humanitarias, y a desplegarse para ayudar a conseguir la paz e iniciar la reconstrucción, ya que el 17 de setiembre termina la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA).

Hace cinco días, Gao Feng, portavoz del Ministerio de Comercio de China, anunció que había voluntad firme de colaborar con las nuevas autoridades afganas y con la comunidad internacional para conseguir que Afganistán sea un país próspero e independiente, sin que necesite ayudas humanitarias, y su desarrollo y crecimiento sea estable.

No es la primera vez que desde el gabinete de Xi Jinping se ofrecen a establecer una vía para ayudar a las nuevas autoridades afganas. El Ministerio de Wang Yi, quien se reunió con el mulá Baradar en Tianjing, también ha hecho repetidas declaraciones al respecto.

China lleva treinta años contribuyendo a las misiones de mantenimiento de la paz que desarrollan las Naciones Unidas

China lleva treinta años contribuyendo a las misiones de mantenimiento de la paz que desarrollan las Naciones Unidas, desde que Pekín fue reconocida como parte de la China legítima en 1971, a través de la Resolución 2758 de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Y desde la sonora carcajada del viceministro Qiao Guanhua y del embajador Huang Hua en noviembre de 1971, hasta hoy, la República Popular de China ha contribuido con más de 40.000 efectivos en las misiones de paz, en más de 25 misiones.

Tal como informó Global Times en 2020, los fondos de China – Naciones Unidas para la paz y estabilidad superaban los 65,7 millones en más de ochenta proyectos. Y ha transportado más de 1,35 millones de toneladas y atendido a más de 170.000 heridos. Ha reparado y construido más de 13.000km de carreteras y destruyendo 10.342 minas antipersona.

Al mismo tiempo dispone de una fuerza estable de más de 8.000 efectivos y 300 policías formados y preparados para desplegarse donde Naciones Unidas indique. Actualmente tiene desplegados más de 2.500 efectivos. China ha sido el país de la Comisión Permanente del Consejo de Seguridad de la ONU que más soldados ha aportado. 

Es a través de la ayuda humanitaria y el desarrollo por la paz cuando China desarrolla su diplomacia y crecimiento. Paralelamente a diferentes misiones de los cascos azules el gobierno chino establece canales bilaterales de Estado a Estado, consolidando así un vínculo comercial entre los dos países. Deng Xiaoping sentó las bases de la diplomacia que aun hoy guían el hacer del gigante asiático: observar, asegurar la posición, analizar los asuntos de manera calmada, medir las capacidades propias y esperar para actuar, siempre de manera diligente y nunca reclamar el liderazgo. 

Y punto por punto es lo que ha hecho China en Afganistán. Mantuvo un rol muy discreto en las diferentes rondas negociadoras de Doha, donde se acordó la retirada de Estados Unidos y de la Coalición del territorio, siempre mantuvo su posición al respecto de no interferir, tratando con Estados Unidos y con los talibanes, para entender cada posición, y siempre defendiendo un rol multipolar, donde no solamente actuaría China, sino Pekín con Kabul, Pekín con Washington DC y Kabul, Pekín con Doha sobre Kabul, y así.

Ninguna propuesta que ha hecho China hasta el momento ha sido unilateral, siempre ha sido buscando el consenso con actores locales y regionales. En este aspecto es importante destacar el rol del representante especial Guang Cong, Representante Especial Adjunto para el Sudán del Sur y jefe adjunto de la Misión de la ONU en Sudán, quien tuvo un papel relevante en la UNAMA durante siete años, de 2002 a 2009.

China, a través de las Naciones Unidas y su misión de paz y desarrollo, se prepara para hacer acto de presencia en Afganistán

China, a través de las Naciones Unidas y su misión de paz y desarrollo, se prepara para hacer acto de presencia en Afganistán. Será bien recibida por las nuevas autoridades afganas, tal como han repetido diferentes portavoces y dirigentes talibanes al respecto. Y al mismo tiempo, podrá así establecer canales estables entre ambas administraciones con el fin de que las empresas chinas sigan con su actividad en territorio afgano, pues recordemos que tuvieron que suspender su actividad como consecuencia de la guerra. 

Solamente a través de Naciones Unidas se puede respetar la soberanía afgana, siendo la no-intromisión una cuestión fundamental en la diplomacia china. Horas después de las declaraciones de los representantes de China, el secretario general, António Guterres, ha afirmado que es de extrema urgencia desplegar una misión humanitaria. Un respaldo indirecto a las palabras del representante Geng Shuang. China sigue marcando la agenda.


Guillem Pursals es politólogo, Máster en Seguridad, especialista en conflictos, seguridad pública y Teoría del Estado.