Los chiquillos empiezan el curso con legañas de peluche y Sánchez lo ha empezado con moreno y alpargatas, como el pescador de coplas de Antonio Molina. Está el presidente entre Pancho de Verano azul y buscador de perlas, renegrido, salvaje y rico de conchas hippies y pecios extranjeros. Lo que nos vende y canta no es gestión ni éxito contra el bicho ni contra la crisis, sino el dinero europeo, limosnero como su calzado, con el que nos va a hacer olvidar todas nuestras fatiguitas.

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