“¿Pero qué me dice usted? Será una broma, ¿no?”. Feijóo ya ejerce de padre en el PP o en los chiringuitos, que ésa es una frase de padre en el chiringuito, ante una paella falsa y ferruginosa como una espada del Cid. La frase la dijo en la SER, pero la prensa del Movimiento quizá es también un negocio de paellas falsas o de gitanos falsos exbufones de palacio, que cantaba Serrat. Àngels Barceló le había presentado a Feijóo algo así como una ensaladilla sospechosa y tornasolada de la casa, eso de que el PP de Castilla y León rechazó la propuesta de pacto que el PSOE le ofreció “si rompían con la ultraderecha”. Y entonces Feijóo, mirando el platillo entrevivo y entresudado, le soltó la frase y recordó los pactos del PSOE. Feijóo aún no sabemos qué quiere hacer con España, una zarzuela de las regiones o qué, pero ya ha plantado la sombrilla de forma diferente. La frase es para ponerla en un tampón e irla dejando por ahí, qué se yo, en la frente de Sánchez, a la vuelta de Marruecos, como si fuera un salvoconducto de Bogart.

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