Los precios de los alimentos chorrean de un día a otro como los propios alimentos en su bolsa de malla, con la inevitabilidad de la gravedad o de la podredumbre, pero aún no sabemos si se van a topar, si se pueden topar, si el Gobierno los va a topar, si el Gobierno los puede topar. Yo creo que dicen tanto lo de topar porque ya con la sola palabra parece que se les ha puesto un tapón gordo, a presión, de los de gaseosa antigua, a esos precios burbujeantes o explosivos. A lo mejor es cierto que no se pueden topar, como dice el ministro Planas en contra de lo que dice la vicepresidenta Yolanda Díaz, o sea como dice el Gobierno en contra del Gobierno. A lo mejor es cierto que sí se pueden topar, como dice un ministerio contra otro ministerio como un galeón de la Castellana contra otro galeón de la Castellana. Esto último sería una gran ventaja, porque acabaríamos con la inflación por el método definitivo y casi mágico de prohibir que los precios suban. Yolanda podría salvar el mundo, otra vez, con obviedades tiernas, poderosas y seguramente imposibles, como versos de Gloria Fuertes.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 Tumban 50 multas que un inspector puso a la cadena Primor
- 2 Estos son los móviles que tendrán Internet gratis en todo el mundo
- 3 El Gobierno aprueba la nueva ayuda de 200 euros para la crianza
- 4 Pumpido revisará si retira del orden del día la sentencia de la 'Ley Trans' de Campo ante la ruptura de las progresistas
- 5 Viajes del Imserso: 3 operadores pujarán por el nuevo contrato
- 6 La jueza propone juzgar al hermano de Pedro Sánchez por su acceso a la Diputación de Badajoz y le deja a un paso del banquillo
- 7 El Plan de Sánchez: ¿Programa de defensa o lista de la compra?
- 8 Ascenso y caída de Alvise: sus eurodiputados le acusan de lanzar "una mentira tras otra"
- 9 Reducción de jornada: la reforma sindical que enfurece a empresas