Ayer asistimos a la primera jornada del Debate de Política General de la Comunitat Valenciana y tras escuchar a Ximo Puig la conclusión no puede ser más desoladora: es un president que, una vez más, ha hecho perder el tiempo a los valencianos.

Puig mostró, nuevamente, su cara de hombre multianuncio. Numerosas son las promesas ya anunciadas en ocasiones anteriores y posteriormente incumplidas (acabar con las listas de espera en sanidad, eliminar los barracones o incentivar la vivienda pública), y hoy ha intentado sorprender anunciando rebajas fiscales. Ha dado un giro de 180º, ya que solo tres días antes había renegado de ellas e incluso había pedido a Pedro Sánchez que castigara a las CCAA que las llevaran a cabo. Todo muy coherente.

La propuesta es tan cosmética que anuncia rebajas fiscales a las rentas inferiores a 10.000 euros, cuando éstas están exentas de tributación. No pagan impuestos. Es tan cosmética que anuncia deducciones para familias... de un euro al mes para hijos o dos euros al mes para familias numerosas. Toda una proeza.

Ximo Puig ha intentado copiar tarde y mal al PP, después de subir los impuestos y las tasas a los ciudadanos durante estos años

La rebaja fiscal de Puig llega tarde y mal. El PPCV presentó hace nueve meses un proyecto de reforma fiscal serio y riguroso que siempre hemos puesto a disposición del president de la Generalitat para que lo aplicara con inmediatez. Un programa trabajado con rebajas fiscales actuando sobre los tributos de competencia autonómica frente a quienes defienden el centralismo y no respetan nuestro Estatuto de Autonomía. Una rebaja de impuestos que permitirá ahorrar 1.530 millones de euros a los valencianos, especialmente a los salarios más bajos, que son quienes más lo necesitan.

Esta revolución fiscal del PPCV contribuirá a que el PIB aumente un 1.5% y a la creación de 70.000 puestos de trabajo. La presión fiscal se reducirá en un 15.9% reduciendo el tramo autonómico del IRPF, aumentando el mínimo personal y familiar exento de pago, eliminando el impuesto de sucesiones y donaciones y haciendo progresivo el impuesto a la vivienda (ITP). Una propuesta de 1.530 millones de euros frente a 150 que propone Puig. La diferencia es clara.

Ximo Puig ha intentado copiar tarde y mal al PP, después de subir los impuestos y las tasas a los ciudadanos durante estos años. Puig debería aprovechar el aumento de la recaudación derivado de la inflación y poner en marcha una auténtica revolución fiscal como la del PP y no poner un parche.

Un año más, un anuncio ficticio más. Un año menos para el cambio.


Carlos Mazón. Presidente del Partido Popular de la Comunitat Valenciana (PPCV).