Britaly es la original forma que el prestigioso semanario británico The Economist ha encontrado en su última portada para nombrar la crisis abierta en Reino Unido tras la renuncia al cargo de primera ministra, de la efímera Liz Truss, más efímera que una lechuga. El término Britaly, que sin duda pasará a la historia política, es tremendamente gráfico porque acerca la evolución de los acontecimientos políticos del Reino Unido a las sucesivas crisis de gobierno que lleva viviendo mi país, Italia, desde el nacimiento de la Primera República. Un juego de tronos, el del partido Tory, a la busca de un nuevo líder que se abre entre el caos que parece haberse apoderado de la vida pública británica.

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