Una de las claves de un buen acuerdo es que ninguna de las partes aparezca como clara vencedora. Es la forma en la que se garantizan los apoyos y se afianza en el tiempo aquello que se ha logrado. El primer ministro británico, Rishi Sunak, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, han presentado este lunes el llamado "marco de Windsor", una serie de modificaciones en el Protocolo de Irlanda del Norte, con el que se pretende poner punto y final a las discrepancias aún no resueltas entre Londres y Bruselas sobre el Brexit.

El marco de Windsor contenta a todos en parte, sin grandes perjuicios. Brinda la oportunidad a Bruselas y Londres de "empezar una nueva era". Sin embargo, siempre habrá detractores. Ahora todo depende de lo relevantes que sean y cuál sea su fuerza. Rishi Sunak, que lleva en el 10 de Downing Street desde octubre, se juega mucho con esta apuesta.

En su intervención este lunes ante el Parlamento británico, ha señalado que "es algo que nunca habíamos logrado hasta ahora". Ha asegurado: "Hemos logrado lo que demandaban los ciudadanos de Irlanda del Norte y hemos protegido los intereses de Irlanda del Norte en nuestro reino".

De momento, el primer ministro británico ha asegurado que habrá una votación en el Parlamento, aunque no sería necesaria porque no es un nuevo acuerdo, y que dará tiempo a los diputados para que reflexionen sobre el alcance del pacto, que se refleja en un documento de unas 100 páginas. Son los unionistas (DUP), los norirlandeses que defienden su vínculo con Gran Bretaña, y los euroescépticos los que van a mirar si el diablo se esconde en los detalles, o es hora de que se imponga el pragmatismo a los reclamos soberanistas que han llevado al Reino Unido a tener que afrontar graves perjuicios económicos.

¿Qué es el Protocolo de Irlanda del Norte?

Desde que el Reino Unido dejó la Unión Europea, el Protocolo de Irlanda del Norte ha sido una cuestión preocupante. Con el Brexit surge un problema que no existía cuando Irlanda del Norte estaba en la UE: cómo evitar que haya una frontera entre las dos Irlandas, como se estipula en los Acuerdos de Viernes Santo, y a la vez se inspecciona la entrada de bienes a Irlanda del Norte. Mantener la paz que se logró hace 25 años, cuando se marcó el principio del fin de la violencia entre católicos y protestantes, es prioritario para Bruselas y para Londres. "El marco de Windsor preserva el equilibro de los Acuerdos del Viernes Santo", ha señalado Sunak en Westminster. La inspección en los puertos de Irlanda del Norte evitaba una frontera entre las dos Irlandas, pero obligaba a controles procedentes de Gran Bretaña y con destino en Irlanda del Norte. Los unionistas se oponían a ser tratados de forma diferente al resto del país. Han llegado a boicotear su participación en la Asamblea de Stormont. En las últimas elecciones, en mayo de 2022, ganó el Sinn Fein por primera vez en cien años. El Sinn Fein considera un avance lo que ha conseguido el gobierno de Sunak. "Las posibilidades económicas que abre el protocolo beneficiarán a la gente del norte", ha dicho Mary Lou McDonald, su presidenta.

¿Cuál es la principal concesión de la UE?

La principal se refiere a la llamada doble vía. Los bienes que proceden de Gran Bretaña y llegan a Irlanda del Norte se librarán de controles arancelarios e inspecciones. Los que tengan como destino Irlanda siguen el corredor rojo y serán revisados. "El acuerdo es bastante generoso por parte de Bruselas. Hay dos canales, uno directo sin controles con destino a Irlanda del Norte, y otro para el resto. Probablemente, Bruselas lo acepta porque ha detectado que el riesgo de fraude es mínimo", afirma Enrique Féas, investigador principal en el Real Instituto Elcano. "Es una muestra de confianza por parte de la Unión Europea. Es posible porque hay un compromiso de intercambio de información entre las dos partes", añade Féas.

Es relevante porque la mayor parte del intercambio comercial entre Irlanda del Norte y Gran Bretaña es alimentación, como ha destacado Rishi Sunak.

¿En qué ha cedido el Reino Unido?

La Unión Europea tiene una línea roja. El Tribunal de Justicia Europea ha de prevalecer. Es también una exigencia de los unionistas. En el marco de Windsor, como señala Enrique Féas, "el último intérprete seguirá siendo el Tribunal de Justicia Europea, pero se da la posibilidad de que el Parlamento de Irlanda del Norte opine sobre determinadas normas europeas. No hay capacidad de veto, pero puede expresarse sobre cambios regulatorios que puedan afectarle. Pueden abrirse caminos intermedios para solucionar los problemas".

Para tranquilizar a los unionistas, el primer ministro británico ha destacado la importancia del "freno de Stormont", que permite al Parlamento de Irlanda del Norte esta intervención "en caso de emergencia", en palabras de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Sunak lo presenta como un avance en el "déficit democrático" de Irlanda del Norte: según su interpretación, el Reino Unido "podrá vetar aquellas leyes europeas" que no sean en interés de la comunidad británica. Si no sale adelante este protocolo, la situación actual es peor para los unionistas.

¿A quién beneficia el acuerdo?

Tanto la Unión Europea como el primer ministro británico, Rishi Sunak, se apuntan un tanto si este acuerdo sale adelante. Es cierto que ahora es posible porque el Reino Unido está experimentando las graves consecuencias económicas del Brexit. Sufrió los efectos de la pandemia como otras economías europeas pero su recuperación estaba siendo más lenta cuando llegó la crisis consecuencia de los efectos de la invasión rusa de Ucrania.

"Hasta el Banco de Inglaterra reconoce los daños. El ritmo de inversión se ha reducido sensiblemente. Ha aumentado la incertidumbre. Son el primer país del que se van las empresas en caso de necesitarlo y el último en el que piensan a la hora de establecerse", apunta Féas.

¿Quién pierde?

Sobre todo, pierden los que juegan la carta soberanista a costa de todo. El principal ejemplo es Boris Johnson, quien logró menos para los unionistas que lo acordado en el marco de Windsor, aunque se protegió con una cláusula por la que se podía romper unilateralmente lo acordado. Es decir, rompió la confianza y por ello saltó la negociación con la UE por los aires. Aún así instaba a Sunak a que mantuviera su protocolo. Boris Johnson no perdona a Rishi Sunak, que provocara su caída cuando fue su ministro de Finanzas. "Es el perdedor porque se demuestra que él no era capaz de solucionar el problema", indica Féas.

¿Qué significa para Rishi Sunak?

Si Rishi Sunak logra convencer a la mayoría de los unionistas y los euroescépticos, siempre habrá reticentes pero una veintena sería aceptable, habrá logrado el mayor éxito desde que fue elegido primer ministro en octubre pasado. Su pragmatismo habría conseguido lo que quiso Theresa May, pero no logró. En realidad, sus propuestas no eran muy diferentes, pero hace tres años los ultranacionalistas y brexiters tenían más eco en Westminster y en las calles. Ahora la preocupación es cómo hacer frente a los elevados precios de la cesta de la compra.

En la votación en el Parlamento, tendría el apoyo de los laboristas. Keir Starmer, su líder, ha asegurado que "este acuerdo no es perfecto" pero permite seguir adelante y protege los derechos de los norirlandeses.

Los unionistas y los euroescépticos saben que si vuelven a abrir la caja de Pandora, difícilmente conseguirán más. Y los conservadores se arriesgarían a que Sunak tirara la toalla y convocara elecciones cuando los sondeos les colocan en clara desventaja. En su intervención ante el Parlamento, la ex primera ministra conservadora Theresa May ha sido categórica: "Lo mejor para todos es que aprobemos el marco de Windsor".

Sunak ha sido hábil hasta el último detalle: el nombre, marco de Windsor, que evoca a la Monarquía, y el té de Ursula von der Leyen con el rey Carlos III, deja claro que cuenta el paso dado cuenta con el visto bueno de palacio.