Los objetivos fijados de lucha y mitigación para tratar de frenar el cambio climático son ambiciosos y difíciles de alcanzar. Vamos ya con mucho más retraso del debido y, aunque las expectativas depositadas en la reciente COP27 celebrada en Egipto eran altas, ha quedado patente que a pesar de que existe una buena predisposición, la realidad y la toma de decisiones resulta un collage a nivel global bien diferente y el desafío climático es acuciante y colosal. No obstante, se debe actuar y pensar no solo de manera global si no también y quizá más importante y cercano, a nivel local. 

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