El Gobierno había venido exhibiendo en los últimos meses los que consideraba que iban a ser sus dos grandes hitos en política exterior para este 2023, último año de mandato de Sánchez en la presente legislatura. El primero, la reciente cumbre hispano francesa en Barcelona, con Emmanuel Macron. El segundo, la cumbre, o Reunión de Alto Nivel (RAN) en terminología diplomática, con Marruecos. Un hito que no se había podido celebrar desde 2015 por las sucesivas crisis, de mayor o menor intensidad, que España ha atravesado con nuestro vecino del sur en estos últimos años.
La cumbre, pese al inconveniente de las discrepancias con Podemos, por su conocida posición pro-saharaui, que hasta veinticuatro horas antes de la misma parecía la única 'china' en el zapato de Pedro Sánchez, se ha culminado con un notable éxito diplomático…¡para el Gobierno, obviamente!

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