La dimensión del escándalo es todavía mayor de lo que se creía. A día de hoy son más de 900 los presos por violación que han visto rebajadas sus penas según fuentes jurídicas consultadas por El Independiente. Están contabilizados los casos de reducción de penas a día de hoy, pero esto supone el doble de los recuentos que llevaban los medios de comunicación.

Con lo cual, cuando la proposición de ley salga adelante en el Congreso, porque no ha habido manera de que las cosas se hicieran bien por una vez y estas enmiendas se plantearan como proyecto de ley ya que estamos hablando del Código Penal que no es cualquier cosa, estaremos hablando de miles de violadores que van a ver rebajadas sus penas por el capricho de unas ignorantes -el equipo de la ministra Irene Montero-  y de un auténtico irresponsable, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Esto no se puede consentir, esto es reírse en la cara de tantas mujeres violadas y decirles “a nosotros no nos importáis nada porque lo único que nos importa es aguantar como podamos en esta coalición” que es la única manera de sobrevivir para ambos partidos.

Son cifras inasumibles para cualquiera que tenga un poco de vergüenza. Ahora me explico la cara compungida de la ministra de Justicia ayer en la sesión de Control

Son cifras inasumibles para cualquiera que tenga un poco de vergüenza. Ahora me explico la cara compungida de la ministra de Justicia ayer en la sesión de control.

Seguramente estaría ya enterada de las cifras reales y de que las Audiencias provinciales de lugares tan poblados como Barcelona, Valencia o el País Vasco no están haciendo públicas sus resoluciones. 

El Gobierno tiene que estar enterado de que las cifras son incluso más abultadas que los más de 400 que vamos contabilizando los medios de comunicación con las cifras que nos van suministrando las Audiencias que tienen a bien hacer públicas las rebajas de condenas.

Pero esto es más de lo que se puede soportar en una sociedad madura y que tenga unas ministras con un conocimiento mínimo de las leyes que se traen entre manos y no unas indocumentadas a las que les da lo mismo el Código Penal que la lista de la compra de sus respectivas casas.

Y digo que les da lo mismo el Código Penal que la lista de la compra y lo extiendo a todo el Gobierno en su conjunto con su presidente a la cabeza.

Me parece inaudito que ministros como Margarita Robles y Fernando Grande-Marlaska -mucho menos Juan Carlos Campo porque lleva la mayor parte de su vida dedicado a la política- no hayan puesto el grito en el cielo cuando había que ponerlo y se hayan plegado mansamente a los dictados del Ser Superior y a los caprichos de una ignorante como es la ministra Montero sin presentar su dimisión si este proyecto de ley salía adelante en las condiciones en que lo hizo.

Y ahora se permiten desdeñar los votos o la abstención del PP porque “con la derecha no tenemos nada que pactar”, dijo el portavoz parlamentario del PSOE Patxi López, otra luminaria de Occidente. Pero ¿en qué manos estamos? Son más o menos 4.000 los condenados por violación o distintos tipos de abusos que están en las cárceles. La mayor parte de ellos, según los datos que obran en poder de los tribunales, van a ver reducidas sus penas ¿y según Patxi López con la derecha no tienen nada que pactar? 

Esto es más que suficiente para tumbar a un Gobierno que se ha burlado de las víctimas y que ahora únicamente reacciona por necesidad de supervivencia. Esto es peor que cualquier otra cosa, que cualquier accidente, porque esto es consentido, esto ha sido tolerado. 

Ni Prestige ni nada, aquello fue una desgracia de la que afortunadamente se salió hace tiempo. Pero esto ha sido aceptado, ha sido admitido con todo el Gobierno y la mayor parte del hemiciclo votando a favor por pura ideología por pura adhesión doctrinal. Incluido Ciudadanos, que buena ocasión tuvo de votar No Edmundo Bal -Inés Arrimadas estaba entonces de permiso de maternidad- pero votó a favor de este esperpento.

Y ahora, como no quieren que se les vean los rotos de la camisa, cosa que es ya imposible, apuestan de nuevo por presentar una proposición de ley de partido único -hasta ayer no se les había apuntado ninguno de sus socios- para eludir una vez más los consejos del CGPJ y del Consejo de Estado.

Mientras tanto, miles de mujeres están hoy más inseguras porque hay más violadores en la calle y porque a la mayoría de los que están en prisión se les han acortado las penas.

Y mientras no se hagan las correcciones a la ley todos los violadores que hayan perpetrado su delito, sea ahora o sea en diciembre pasado, tendrán derecho a que se les aplique el beneficio de esta modificación legal.

No se puede hacer peor ni con más daño a las mujeres.