Un viejo aforismo periodístico afirma que las opiniones son libres, pero los hechos son sagrados. Y lo cierto es que, a gusto de unos y con notable desagrado de otros, Pedro Sánchez acaba de ser reelegido como presidente del Gobierno para los próximos cuatro años. De cómo hemos llegado hasta aquí, del desarrollo de estas dos intensas sesiones parlamentarias de investidura y del perfil de liderazgo de quien ya he denominado en otras ocasiones como el gran Ave Fénixy auténtico ‘animal’ de resiliencia de la política española, es de lo que me propongo hablar en el presente artículo.

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