No sabemos cuál de los factores tiene más fuerza. Si el sector está demasiado masculinizado, si ellas, además de profesionales capacitadísimas, son mujeres que cuidan o si el síndrome de la impostora se cuela por todas partes. Pero encontrar a mujeres expertas sigue siendo una tarea complicada y en la que resulta indispensable la voluntad y el esfuerzo de los que las buscamos.

Contar con voces femeninas debe ser una obsesión para los que nos dedicamos a esto de describir la realidad. No hacerlo, supone dejar fuera del discurso público a la mitad de la población. Le podemos llamar incluir la perspectiva de género, pero no es otra cosa que tener en cuenta la visión y opiniones de gran parte de la sociedad.

Se ha demostrado en otros ámbitos. ¿Cómo iban a estudiar lo que pasaba con la menstruación con la vacuna del Covid si sólo se estudiaba la medicina desde una perspectiva masculina? ¿Cómo nos íbamos a plantear sesgos sexistas o racistas de la inteligencia artificial si la desarrollan únicamente personas de un mismo sexo y con el mismo color de piel?

La diversidad de voces es necesaria también en el periodismo y, por ello, nos esforzamos en incluir en nuestros reportajes a hombres y a mujeres expertos en sus campos. ¿Pero qué pasa cuando el esfuerzo y el tesón de los periodistas no son suficientes? Las respuestas sobre disponibilidad o tiempo suelen ser más comunes en mujeres. También son ellas las que consideran que esa cuestión precisa sobre la que les planteas una duda no se corresponde con sus décadas de investigación acerca de un tema increíblemente vinculado, pero no exactamente el mismo.

Ellas están menos disponibles o se sienten menos autorizadas a comentar y dar su opinión de lo que lo están los hombres

Ocurre cada semana. Ellas están menos disponibles o se sienten menos autorizadas a comentar y dar su opinión de lo que lo están los hombres. Podríamos enumerar decenas de ejemplos: desde profesionales que te recomiendan que hables con un homólogo masculino a centros de investigación cuyo portavoz es un hombre, por mucho que el estudio lo haya realizado una mujer.

Así que vamos a seguir esforzándonos por encontrarlas. No se trata de culpabilizar a esas mujeres, ni de señalarlas, sino de poner en valor su sabiduría y su experiencia, de animarlas a dar su opinión, con la naturalidad y la seguridad con la que lo hacen los hombres. Expertas, os estamos buscando.

La voluntad de encontrar a estas voces femeninas autorizadas no es nueva, ni tampoco las iniciativas para crear bases de datos, pero estas acaban convirtiéndose en tablas desactualizadas con correos electrónicos que no se consultan con la agilidad que exige el periodismo. 

El Independiente publica este domingo un reportaje sobre las bajas laborales en el que solo aparecen opiniones de hombres. Se ha intentado hablar con dos expertas, pero no han participado. Por ello, lo hacemos saber al final del texto y lo continuaremos haciendo cuando nos pase. 

“Este periódico ha contactado con dos mujeres expertas en absentismo laboral que no han participado en el reportaje. Las razones han sido la falta de disponibilidad y no sentirse autorizada por no haber continuado investigando este ámbito, motivos que no suelen mencionarse por sus homólogos masculinos . La dificultad para incluir voces femeninas frente a hombres expertos siempre es mayor. Estamos comprometidos con la igualdad. Por ello, si eres experta en este u otros temas y quieres participar en nuestros reportajes, escríbenos.”

Y dirán, que si solo hemos contactado a dos, por qué no hemos seguido buscando, pero sería una búsqueda eterna con mejor o peor resultado. La proporción, en este caso, no es matemática, da igual a cuantas mujeres intentes incluir, siempre habrá más negativas por parte de ellas que por parte de ellos. Obcecarse y no publicar hasta que la igualdad se cumpla sería una propuesta, pero no tenemos meses para trabajar en un reportaje. Hay que seguir, aunque sea dando pequeños pasos como este.

Publicar reportajes con voces masculinas y femeninas nos beneficia a todos: a los lectores, a los periodistas y a los expertos que consultamos y que pueden dar puntos de vista desde su experiencia. Expertas, os esperamos.