El primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, mantiene que se ha de racionalizar la industria de defensa europea para dar una mejor respuesta a la amenaza rusa. Tal y como decía el jefe del gobierno griego en el Foro de Múnich no era útil que haya diferentes industrias nacionales para una defensa común. Esto se suma a las declaraciones de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien dijo en una entrevista en Financial Times que la Comisión Europea tenía que ser una potencia estructuradora para dar apoyo al esfuerzo que supone para los países la Defensa. 

Si tornamos la vista hacia el pasado, vemos que ya se habló del euroejército aunque en el Este decían entonces que ya tuvieron un euroejército llamado Pacto de Varsovia. Era una amenaza a su soberanía. Por otro lado, todo se proyectaba desde Francia, un factor que levanta reticencias en Italia, España, Portugal y Grecia.

El Eurocuerpo, hoy existente, lo forman Francia, Alemania, Bélgica, España, Luxemburgo y Polonia. Su sede está en Estrasburgo. La función en misiones en el exterior ha sido ejemplar, pero internamente ha levantado reticencias por lo mismo que el proyecto del Euroejército: si realmente se quería sustituir a la OTAN, esto implicaba una menor capacidad defensiva para el Este frente a Rusia. 

Las declaraciones de Donald Trump en las que señalaba que dejaría que Putin hiciera lo que quisiera con los que no contribuyan militarmente como exige la OTAN han despertado de nuevo el debate de la defensa comunitaria europea. Del Mar Negro al Atlántico, y del Ártico al Mediterráneo se vuelve a hablar de Defensa común. Ya no hay reticencias sobre si esto será de unos pocos contra el resto, si será una fuerza defensiva que servirá para coaccionar Estados-miembro.

Todo esto forma parte del pasado y ahora hay un nuevo resurgir de hablar, debatir y establecer las bases para una reorganización de la defensa europea. París, Berlín, Varsovia, Madrid, Roma, Bucarest y Atenas comparten horizonte: hay que pensar como europeos, y dejar a un lado la defensa como una cuestión solamente nacional. Es más, Von der Leyen ha indicado que se tendrá que empezar a subvencionar la industria de defensa europea, y ponerla al día en muchos aspectos pues los desequilibrios entre Estados plantean un reto.

Tras su encuentro en Berlín con el canciller alemán, Olaf Scholz, el pasado lunes, el primer ministro poalco, Donald Tusk, dijo Europa solamente sería respetada si también se convertía en potencia militar, más allá de ser una potencia económica y de ciencia. Y en otro encuentro germano-polaco, la ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, reconoció que no todos los Estados tienen la misma perspectiva de defensa, pero si que todos van en la misma dirección.

Así pues, si analizamos toda la semana vemos que diferentes primeros ministros y jefes de gobierno van planteando el debate de la defensa común. Alguno lo puede ver como un canto al militarismo, pero Rusia actualmente plantea una amenaza militar para la Unión Europea. 

La UE tiene un año para despertar de este sueño de laureles durante el cual ha divagado sobre política de defensa

Una débil política de defensa nacional permitió a Rusia anexionar en forma de autoproclamadas repúblicas parte de Georgia, y una obsoleta política de defensa facilitó a Rusia anexionar Crimea, Donetsk y Lugansk, pues Ucrania no tenía capacidad de responder. Una reforma militar comunitaria también ayudaría a consolidar a medio plazo una estrategia defensiva común frente diferentes amenazas no militares, como son la lucha contra el narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar y en el mar Mediterráneo, la guerra híbrida declarada entre Polonia y Bielorrusia, que repercute en toda la Unión Europea; como también un papel más decisivo en el momento de arbitrar entre Estados en tensión como Armenia y Azerbaiyán

En conclusión, la Unión Europea tiene un año para despertar de este sueño entre laureles durante el cual ha divagado sobre política de defensa. Georgia supuso un primer aviso, Crimea supuso un segundo aviso, el Este despertó, y la invasión a gran escala de 2022 supuso un tercer aviso. Tal como recita el poema Pahonia, de Maksim Bahdanovich, hay que escuchar como de noche el corazón sufre por la Patria.

De momento las declaraciones de Trump nos acercan a un atardecer donde el sol poco a poco se va poniendo. Tenemos un año para preparar que la noche no sea larga, y no haga que nos duela Europa. 


Guillem Pursals es doctorando en Derecho, máster en Seguridad, especialista en conflictos, seguridad pública y Teoría del Estado.