El gobierno se ha convertido en la Casa Windsor pero sin lo divertido. Un trasunto de familia real sin el glamour, pero con el lujo; en el que uno ya no sabe quién es pariente de quién, si hay alguien que relaciona de verdad o esta de paso y, sobre todo, quienes juegan a ser Harry y Megan (de Andrés ya… ni hablamos).

Supongo que es difícil también, para los sujetos en cuestión, no saber si están cerca del círculo de poder o si es que se han quemado tanto que pasarán a un retiro dorado (léase Carmen Calvo, Reyes Maroto, Calviño o, en breve, Teresa Ribera). Lo único que sabemos es que, si hubo un momento en el que Isabel II se hartó de su entorno y decidió relajar su agenda, en el Gobierno, Pedro Sánchez juega un papel de ser el que parezca terminar con la institución desde dentro.

Si todo es "histórico", dejaremos de distinguir aquello que realmente lo es e igual pasa con las instituciones

Por si fuera poco, en una misma semana, dos conflictos con gobiernos extranjeros, como queriendo olvidar que hay un país al que representar. En el conflicto argentino me parece curioso que, si Milei se va de frente contra Pedro Sánchez, según el gobierno no habla en nombre del pueblo argentino, pero si ataca a Pedro Sánchez o a Begoña Gómez, el ataque es a España entera y a sus instituciones.

A lo mejor en eso radica todo: en el apego a la hipérbole. En que todo sea, por ejemplo, un acontecimiento "histórico" y en que todo es susceptible de ser un ataque a las instituciones. Lo malo es que si todo es "histórico", dejaremos de distinguir aquello que realmente lo es e igual pasa con las instituciones: la institución es el ente, no la persona, aunque el gobierno parezca interesado en que toda persona bajo su paraguas sea institución, para que así no se pueda distinguir qué debe ser protegido.

¿No decía Truman Capote que lo peor de vivir fuera de la ley es no poder contar con su amparo? Pues parecería que el gobierno intentara que todo lo que le afectara cayera bajo el amparo de la ley. Así que volvemos a lo de siempre y es que este gobierno se ha tomado demasiado a la ligera demasiadas cosas.

¿Por ejemplo? Pues que la Constitución no permite prorrogar los presupuestos si antes no se han presentado en el Congreso y rechazado y este año, con un "dado que hay elecciones en Cataluña" y un "ya estamos trabajando duramente en los de 2025", el Gobierno ha obviado ampliamente una obligación constitucional.

Obviamente está el tema de la amnistía, a la que la Constitución tampoco mira con buenos ojos, aunque hoy, el caso estrella, sería el planteamiento de una ley que regulara las actividades e incompatibilidades del cónyuge del Presidente/a del Gobierno y, si la diseñara, redactara y tramitara este Gobierno, cómo se iría de bruces o no con lo que haya podido hacer Begoña Gómez.

¿Para qué soliviantar una relación diplomática y comercial por una cuestión particular?

Lo irónico es que si la ley no habla del cónyuge, el cónyuge no cuenta como institución, con lo cual o los recursos públicos no pueden amparar más allá de lo que ampara al Presidente. Por lo tanto no hay vinculación con las instituciones. Vamos, por ponerlo de forma más pedestre: el citado cónyuge no está ni siquiera aforado en un país en el que los aforamientos han sido siempre controvertidos por numerosos o, al menos, por ser de amplio espectro.

Así que entiendo que el Gobierno está en una situación controvertida: por un lado conflicto diplomático con la única democracia de oriente medio y por otro haciendo un caso de Estado de una cuestión particular.

Sobre el primero están dejando que el heroísmo de salón finja sobre un antisemitismo que da igual cuando se produzca: en España en 1492, en Varsovia a principios del siglo XX, en París en 1898…. Completen ustedes los puntos suspensivos. Un heroísmo de salón que, además, olvida que a los palestinos se les ha ofrecido cinco veces una partición acordada y que a todas han dicho que no. Puede que a Yolanda Díaz este hecho no le sea ajeno y que, por eso, insista en lo de "desde el río hasta el mar".

Sobre el segundo, ¿a qué soliviantar una relación diplomática y comercial por una cuestión particular? Bolsonaro atacó a la mujer de Macron y, ese día, Macron fue aún más Presidente de la República al decir que los brasileños se avergonzaban de su mandatario. Y punto.